NO ME QUIERAS MATAR, CORAZÓN
Un libro y mi opinión
Luis Sexto
He leído en estos días, si no una suma, al menos una selección de los libros publicados e inéditos del poeta Ricardo Riverón, nacido en Zulueta, en 1949, y hoy residente en Santa Clara. Está de más decir que Riverón nació villareño y sigue villareño, aunque hoy, las nueva división político administrativa lo haga villaclareño. Pero villareño o villaclareño es lo mismo, para quienes nacimos en el centro del país hace más de 60 años. Antes de proseguir, digo que Riverón y yo nacimos muy cerca uno del otro, en la misma década de 1940, y algunos de sus poemas recuerdan el mismo ambiente en que también ambos nos criamos.
Este libro titulado No me quieras matar, corazón, recoge poemas de los once libros escritos por Riverón, en un lapso de 30 años. Es una especie de autoantología que el propio poeta considera que le resultó una tarea de íntimo padecer. Porque, me parece que el poeta, poeta entero, debió ser acuciado por la duda, y el temor del equívoco. En fin, empeño tímido y temido, pues el autor, cualquier autor consciente, sin campanillas de vanidad, nunca estará seguro de haber elegido el poema más significativo o el más profundo. Suele ocurrir que el poeta seleccione los versos que lo son más entrañables.
Pero el lector no necesita pensar en lo que pudo elegir el poeta; más bien necesita leer, y introducirse en el temblor del poeta, para participar de la misma experiencia. La lectura, aunque parezca paradójico, es un proceso colectivo, aunque leamos individualmente y en silencio. Más de un lector, leen a la vez posiblemente el mismo libro, tal vez repasen las mismas páginas, y en este libro compuesto de otros libros quizás relean los mismo poemas, los poemas que más los conmovieron.
En fin, si colectiva la lectura, el poeta tampoco parte de la soledad para escribir. El poema, la poesía, cuando merece ese nombre, es una experiencia que se suscita en el acompañamiento interior. Evoca el poeta un conglomerado de rostros, querencias, ambientes y experiencias, que le punzan y le piden un vuelo, desde las sombras, al nicho, aún no del todo iluminado, donde han de perdurar con la luz plural de la letra y la lectura.
No me quieras matar, corazón, poemario publicado por Ediciones Unión, nos trae los olores suaves de un reino donde lo que ha sido deambula sobre el caballito de palo de la infancia que el poeta nos ofrece como medio de solidaridad y limpieza permanente. Este libro de Ricardo Riverón, este ofertorio de poemas, libres o en estrofas clásicas como el soneto y la décima, escritos y publicados en diversos momentos, encajan, como concierto lírico de una sensibilidad nunca falsificada, ni egocéntrica. Una sensibilidad que persiste en sus orígenes, y se reparte, de acuerdo con un verso de Riverón, como “lluvia hipnotizada”.*
*Difundido el 16 de marzo de 2016, en Epigramas, Radio Progreso, la Habana
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