LA VARITA DE LOS DESEOS
Luis Sexto
Hace un tiempo visité la isla de los “cien nombres”. Es decir, la Isla de la Juventud, que se llamó también de Pinos, y Del Tesoro, De los Baños y, al principio de nuestros tiempos históricos, La Evangelista… Es siempre un viaje único, porque único es su paisaje, su aire. Conversé con mis colegas, en particular del semanario Victoria. Hablamos de nuestra profesión; analizamos nuestras insuficiencias, nuestros aciertos y renovamos el interés por ser dignos del oficio creador que ejerció José Martíl.
Mis dos días de estancia allí merecerían una de aquellas crónicas dominicales en primera persona, que tanto recuerdo, pero menciono el episodio en este espacio, porque voy a citar un texto que leí a mis compañeros pineros en una de nuestras charlas: un poema de El profeta, del libanés Kahlil Gibran. Lo leí porque, dije, nos sirve a los periodistas como un programa. “Y yo os digo que en verdad la vida será oscuridad a menos que en ella haya estímulo. Y el estímulo será ciego, a menos que haya conocimiento, y el conocimiento será inútil, a menos que haya trabajo. Y el trabajo será vacío, a menos que haya amor. (…) Las necesidades de los hombres cambian, mas no su amor, ni sus deseos de ver sus necesidades satisfechas por el amor…”
Es solo un fragmento. Y lo he vuelto a citar porque nos sirve a todos: a la sociedad entera en momentos en que a veces vemos incertidumbre; o somos pusilánimes hoy, o mañana entusiastas, y pasado mañana escépticos… Hemos de tenerlo en cuenta. Los seres humanos no nos asemejamos a programas de computación: no basta con oprimir una tecla y ya empezamos a reír, o a trabajar, o a creer, u a olvidar lo que nos falta.
Uno de los equívocos principales de las sociedades que han perecido bajo los escombros de su retórica, ha sido soslayar el hecho irreversible de que el Hombre, el género, está compuesto por pasiones, deseos, y necesidades de índole material y espiritual. Actuar como si no fuera así, desconocer que en la conciencia de la masa y de cada individuo la realidad se refleja condicionada, matizada por circunstancias específicas, a la larga o a la corta puede derivar en fracaso, en desilusión.
Entrando en la materia que hoy distingue el debate en Cuba, creo que no se trata de empeñarnos ahora, por ejemplo, en una campaña ocasional por erradicar el marabú, después de tantos años de indiferencia ante ese comején de nuestros campos. Claro, hay que erradicarlo. Pero para siempre. Y para ello hace falta desmontar el marabú mental; esos paños de autocomplacencia que nos hacen creer que la vida camina según nuestros deseos y a impulso de nuestra inacción. Y nos desvían confundiendo la apariencia con la esencia, el efecto con la causa. No; no es que los cubanos seamos vagos, como leí hace poco en un reportaje…
Marx habló de la utopía posible. Lenin de la utopía que la revolución puede hacer posible, aunque parezca imposible. Pero entre convertir lo imposible en posible, hay un trecho, una ruta que zigzaguea, que por un tiempo demora, se aplaza. Lo demás es ajustar la realidad a un modo inconsecuente de observarla y juzgarla.
Si ayer Cuba tenía la tarea de rescatar la independencia y hacer la Revolución, hoy las tareas se multiplican por un número inconcebible de complejidad: hemos de preservar la independencia conquistada y salvaguardar y enriquecer la Revolución. Y hace falta, pues, que haya estímulo, y que el conocimiento signifique empleo, utilidad, creación para el que lo adquirió, y que el trabajo atraiga a hombres y mujeres por que les llene la vida de sentido y satisface sus necesidades. Habrá cosas posibles e imposibles… Habrá que hacer las posibles para después continuar en ruta hacia lo que ahora podrá parecer imposible.
La magia transformadora no radica solo en la varita de los deseos ni en los sueños. Perdura en el amor al trabajo y su base racional, y en la inteligencia que adecua, prevé, decide, y que como dice el poeta Gibran, no asegura que posee la verdad, sino una verdad, que dará paso a otras. Así, creo, piensan los hombres de ciencia y conciencia. (Artículo publicado en Juventud Rebelde)
15 comentarios
Carlos -
Gildo Inojosa -
Alvarito Bermudez -
Cien Pies -
Leonel Solo -
Plan Jaba -
Bernardino Maleta -
Tiempo Muerto -
Carlos -
Segun el ultimo censo del 2010, la segunda generación de cubano-americanos son más educados incluso, que Los propios anglo-estadounidenses. Más del 26,1% de la segunda generación de cubano-americanos, tenían un título de licenciatura y aún superior, en comparación con el 20,6% de los anglos. Otros grupos hispanos están muy por detrás. Sólo 8,1% de los sudamericanos tenían una licenciatura o grado superior.
Los puertorriqueños, a pesar de ser ciudadanos de EE.UU. Por nacimiento, registraron un decepcionante 11% y Los mexicanos tan sólo el 7%.
En el 2010, el 55,1% de la segunda generación de cubano-americanos tenían un ingreso mayor de $45.000 (salario promedio en USA) contra 44,1% de los angloamericanos. Todos Los otros grupos hispanos están muy por detrás de esos ingresos promedio.
En el 2010, el 36,9% de la segunda generación de cubano-americanos tenían un ingreso mayor de $60,000 anual en comparación con 18,1% de los angloamericanos.
Los cubano-americanos tenían el doble de probabilidades de ganar más de $60,000. Además, aproximadamente el 11% de los cubano-americanos tenían ingresos superiores a $ 100.000 contra el 9% de Los anglo-americanos, y menos del 2% de otros hispanos.
Los cubanos representan menos del 4% de la población hispana en EE.UU., los
mexicanos el 65% , los puertorriqueños el 10%, Centro y Suramérica el 11% de estadounidenses, y "otros". Sin embargo, de Los 100 hispanos más ricos en los EE.UU. El 53.5% son de ascendencia cubana (diez veces lo que debería ser sobre la base de su población en USA) y el 33% son de ascendencia mexicana. El resto se dispersa entre todos los grupos hispanos.
Creo que el que despues de ver estas cifras todavia piense que somos vagos esta loco. Lo que les falta a los cubanos es motivacion. Lamentablemente la propiedad social no provee esa motivacion; solo la iniciativa privada e individual lo ha logrado hasta ahora. Lo demas es solo un sueno, hermoso pero inalcanzado.
Carlos -
Roberto Fernandez Salado -
Y va mi decir sin anonimato(como siempre), para que los "perros" y lamebotas me califiquen con sus propias faltas de honestidad y civismo.
Daniel Noa -
Una vez más ¨ladran los perros, señal que cabalgamos¨...Es una pena que en su anónima introducción en el blog demuestren incultura y falta de sensibilidad...deben ser perros de otra galaxia pues los de acá no ladran así...
Chivatin -
Tio Beltran -
Totolito -