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PATRIA Y HUMANIDAD

Volver a la semilla

Por Liomán Lima

 

Trabajo de clase de este alumno en el cuarto año de periodismo,  Facultad de Comunicación Social, Universidad de La Habana. Tema: El pueblo donde nací

Roncali barría de luz las noches de Guanahacabibes. Mientras, en sus casuchas de madera y tejas todavía contaban que el tesoro era cierto, que estaba perdido por hechizos de piratas en algún lugar cercano al faro y  algún día habrían de encontrarlo.

Noches de mi pueblo, noches de mi infancia: las casas eran un país de sombras largas. Como en los tiempos originales del hombre las manos dibujaban, por un instante, animales oscuros en las paredes. Alrededor de un viejo quinqué, hoguera de eternos apagones, nacían historias de botijas enterradas y  oro, mitos de proezas y miedo, de barcos hundidos o gritos más allá de los farallones.  

Guanahacabibes parecía un pueblo sacado de las leyendas,  detenido en el tiempo, como si todavía  no se hubieran creado Internet o las guerras, o  aún fuera historia futura el pecado de la manzana. Maravilla de pueblos perdidos en medio de la nada. Macondos cotidianos de pocas casas y  piedras como huevos prehistóricos.

No nací allí. Había llegado con solo unos meses. Pero fue entre sus manglares y gente buena, de esas que en la capital  llaman tontos, con leyendas de corsarios y luces nocturnas, de ciervos encantados y sonidos de radares donde aprendí la lección infalible de crecer.

Los niños éramos entonces una hermandad de piratas armados de piedras y palos que salíamos a desandar las sombras, a buscar mapas envejecidos dentro de botellas o  a molestar tortugas en desove. Otras veces, alumbrábamos con linternas hacia las casas o nos uníamos en alaridos desesperados.  

Así, al amanecer, cuando las manos callosas comenzaban a tensar las pitas y acariciar las proas de los botes, ya se escuchaban los rumores de los fantasmas de la noche anterior. Y nosotros reíamos y sabíamos que era bueno vivir en un lugar así, donde es todavía posible creer en misterios, como pasos perdidos del hombre, como viajes a su semilla.

Después tuve que regresar a la ciudad de Pinar del Río, llena de olvidos y burlas, donde un día había nacido y de la que nada recordaba. Pero alguna parte de mi vida quedó allá, acompañando al torrero en la soledad de su servicio o escondida, tal vez, junto a los tesoros todavía ocultos.

 Quizás algún día deba regresar a buscarlos, como cuando era un muchacho.  Volver. Andar otra vez por sus calles de tierra, sobre la cuerda de la memoria. Escarbar entre los recuerdos y los aromas. Asomarme a las ventanas de un pueblo viejo para verme marchar hacia los nuevos senderos de la vida.

 

 

 

3 comentarios

Peniley Ramírez -

El retorno a la ventana de donde uno huyó tantas veces, a las manos que nos sirvieron de cobijo y de aliento, a los pueblos donde se sabía todo sin que nadie lo hubiera escrito, es vital para el avance de cualquier proyecto de vida. Esta introspección de Liomán demuestra, a mi juicio, todo el temple y el criterio que marca su personalidad y que, presumo, marcará siempre su trabajo. La calidad literaria y la excelente estructura axiológica en que este pequeño magnate basa su análisis, es suficiente, al menos para mí, en el augurio de otros muchos textos fortuitos. Ojalá no deje de publicar en este espacio, para que los que también hemos dejado la semilla nunca tengamos que dejar de leerle.

Fabian Pacheco Casanova. -

>>>Al parecer para estos congresistas Norte-americanos que visitaron Cuba y hablaron con los lideres de la secta que gobierna, los NEGROS y mulatos cubanos que guardan prision no son NEGROS, son albinos o de otro planeta... Que LASTIMA, y dicen ser defensores de los Derechos Civiles, pero para los de su terruno nadamas y para Sur Africa tambien cos que no veo mal su defensa para estos dos ultimos casos....... !Que desverguenza de lideres electos democraticamente!.. Fabian Pacheco Casanova...

Fabian Pacheco Casanova. -

>>>Cronica de UN BUEN AVENTURADO, cronica del estudiante aventajado de infatiles recuerdos habla, ninez dentro del apartado pareje de la humildad, nacido para escribir y sonar con amor del pedazo de tierra echizada que lo deslumbro cuando otros de la ciudad le llabaman tontos, Que grandeza de hombre nino, que amor sentir por lo que vio en sus recuerdos lejanos.,Su escrito de seguro el Gran Maestro lo califico' de sobresaliente, de esto no tengo dudas....Fabian Pacheco Casanova...