SALVADOR BUENO EN LA MEMORIA
Por Jesús Dueñas Becerra
La Biblioteca Nacional “José Martí” (BNJM), que dirige el doctor Eduardo Torres Cuevas, fue sede el día 21 de octubre de 2008 del sencillo, pero emotivo homenaje al doctor Salvador Bueno Menéndez, quien fuera jefe de redacción de la emblemática revista de la BNJM, y luego, asesor literario de ese templo sagrado de la sabiduría humana, donde dejara una huella indeleble.
Entre otros invitados especiales, se hallaban la señora Ada Roig, su viuda, así como su hija, la psicóloga y profesora de enseñanza artística Ada Bueno Roig, así como otros miembros de la familia Bueno-Roig.
La doctora Araceli García Carranza Bassetti, jefa del departamento de investigaciones bibliográficas de la BNJM, y el periodista Luis Sexto, profesor de la facultad de Periodismo de la Universidad de La Habana, presidieron ese fraternal encuentro en el espíritu con esa figura cimera de la cultura cubana e iberoamericana.
Los licenciados Olga Vega, Ileana Ortega y Víctor G. Domínguez, periodista de una emisora local, así como el escritor y periodista Julio Domínguez García y el investigador Tomás Fernández Robaina, sintetizaron las virtudes fundamentales cultivadas en el jardín del intelecto y el espíritu por el doctor Salvador Bueno Menéndez en sus casi nueve décadas de existencia terrenal.
Cada uno de los oradores hicieron un breve esbozo biográfico-profesional de la fecunda vida del insigne profesor, periodista e investigador: cómo, cuándo y dónde lo conocieron, y consecuentemente, pudieron apreciar en toda su dimensión la calidad de su obra crítico-literaria, paradigma para quienes nos dedicamos al ejercicio del criterio y del periodismo cultural.
Disciplinas que el ex presidente de la Academia Cubana de la Lengua estructurara sobre la base de cinco pilares fundamentales: la ética, el humanismo, la espiritualidad, el amor a la lengua cervantina y a la cultura cubana y universal.
El también Doctor en Ciencias Filológicas, grado científico que defendiera en una universidad este-europea cuando era toda una personalidad en los campos de la docencia superior, la crítica artístico-literaria y la investigación cultural en nuestro país, nos deja dos lecciones magistrales impartidas por él mediante el ejemplo vivo.
Cuando tengas que escribir sobre algo que no te guste o no te agrade, lo mejor que un crítico puede hacer es -sencillamente- callarse la boca y guardar la pluma (en esta época, estoy seguro de que diría: no maltratar ni estropear el teclado del ordenador).
Hay una diferencia esencial entre modestia y humildad: la modestia es un vicio y no una virtud, porque detrás de esa falsa modestia se esconde lo peor del ser humano, mientras que la humildad es estar consciente de lo que se sabe [...], pero estar muchísimo más consciente de lo que NO se sabe, porque el conocimiento humano es infinito como el universo.
Finalizo con el aforismo martiano con que decidí comenzar esta crónica: “los sueños no mueren”. Doctor Salvador Bueno Menéndez, la semilla que usted sembró en la BNJM crece y seguirá creciendo, al decir del Apóstol… “[…] como los pinos […] como las palmas”. Nosotros -con humildad- nos encargaremos de regarla y embellecerla.
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Jimmy -
Jimmy -
QED.