Blogia
PATRIA Y HUMANIDAD

LA CONTROVERSIA INCONVENIENTE

LA CONTROVERSIA INCONVENIENTE

Luis Sexto

 Las controversias y canturías guajiras no suele pasar a los libros, salvo que  algún improvisador excepcional, al comibinar con sus rimas una excepción, obligue a los críticos a registrar esos versos instantáneos. En lo económico, lo social o en lo político pasa lo mismo. Pero si en el arte, improvisar, aunque sea un disparate, es un acto inofensivo, aunque risible, en todo cuanto se relacione con la sociedad puede derivar hacia el error, lo fallido… Incluso lo trágico.

Toco un tema recurrente. No soy, por tanto, el primero en hablar de la improvisación, ni contra ella. Pero estimo pertinente redundar, porque parece que a pesar de recomendaciones y exigencias, la improvisación, el repentismo, persiste como un recurso. Y si cada vez que se empleara fuera un acierto, pues quizás uno diría, bueno, que pase. Pero la puntería de la improvisación incluye la tendencia a desviarse; es muy desafinada.

Tal vez esa práctica sea uno de los atajos por donde pecamos los cubanos. Algunos de nosotros somos adictos a la inspiración: a cualquier problema damos una respuesta inmediata, sin a veces reflexionarla en privado y menos colectivamente, y sobre todo sin prever los efectos nocivos de lo decidido de prisa. Por esa misma rapidez en decidir, exigimos frutos inmediatos. Y por ello parece inquietarnos que decisiones fundamentales demoren en concebirse, discutirse, probarse. Un sociólogo, un tanto criollo en sus formulaciones, dijo que los cubanos éramos capaces de echar abajo un edificio de 30 pisos de un empujón, pero no podríamos hacerlo ladrillo a ladrillo, porque nos faltaba constancia. ¿Estaría equivocado?

Pero mientras decidimos la razón o la sinrazón de esa sentencia, admitamos que el repentismo presenta otro peligro: que precisada la estrategia, el apuro y la superficialidad por aplicarla oriente cada paso, y de pronto nos veamos saltando procedimientos, adaptando piezas y quitando tornillos aparentemente sobrantes, como mecánico en carro nuevo.

Las reglas, por supuesto, han de dirigir el ejercicio de gobierno y de administración. Las reglas, incluso, establecen el rendir cuentas. Pero a mi entender no es igual rendir cuentas que pedir cuentas. Cuando uno por hábito rinde cuentas, otros por hábito las escuchan y todo queda luego en silencio o en un aplauso, mientas ciertos suspicaces se limitan a sonreír sardónicamente. Al menos, pensarán, a mí no me engañan…

En efecto, cuando se piden cuentas, quien las solicita está atento, oye y comprueba la veracidad de lo informado. Y me parece que el país ha de exigir cuentas sin esperar a que corresponda rendirlas; pedir en particular responsabilidad ante la historia de nuestra nación y su destino. Que son conceptos y hechos tan capitales como para que cualquiera pueda pensar que improvisar una cuarteta disparatada es signo de cubanía y revolución. Porque signo de patriotismo y de convicciones revolucionarias es la seriedad con que uno asuma lo que nos corresponde hacer en momentos de riesgos. Signos de compromiso son la honradez, la perseverancia y la prudencia. Y no solo las palabras; palabras que se recalientan como consignas. Y si las consignas son convenientes, necesarias, útiles, han de ser, más que dichas, actuadas, vividas con el sol en la conciencia. 

Sin la honradez, la perseverancia y la prudencia -digo para terminar-, posiblemente unos u otros sigamos aficionados al repentismo, a ese decidir rimando “bueno” con “heno”, “fango” con “mango”, en una controversia, un aguaje que a nadie convence. Y por tanto,  se nos note la carencia de las virtudes más caras, más urgentes en estos días cuando nos inquieta el futuro del socialismo como sociedad más justa y equilibrada. Y acompañando a esas virtudes, como una herramienta, habrá de estar la inteligencia que medite, sopese, y comprenda que al ejercicio de administrar y legislar hay que  controlarlo, y al control también. A nadie, en Cuba, le estará permitido administrar con  manos impunes los intereses de la sociedad. Ni nadie podrá legislar contra las necesidades humanas.

5 comentarios

Daniel Franco -

Sr. Sexto, comprendo que ud. haya suprimido mi comentario aunque se atenia a todas las normas y reglas de su blog.
Entiendo que todavia en Cuba hay verdades que aunque son irrebatibles no se pueden publicar en la prensa, pues la aperture periodistica es limitada y no esta todavia a la altura de la prensa democratica y objetiva.
De todos modos lo felicito por su articulo.

El Oriental -

Buen día. Muchas veces nos molestamos porque algunos periodistas no dicen las cosas como nosotros queremos, mire el periodista escribe de acuerdo a la sutileza de su pluma, yo entendí perfectamente el mensaje del maestro Luis Sexto. Volviendo al tema del articulo,la improvisación ,lo que trae es reproceso, malestar, les coloco como ejemplo, algo que he visto con los nuevos gobiernos supuestamente socialistas en Sur américa, he observado como en algunos países se han expropiado indiscriminadamente empresas, fincas, fundos, tierras, empresas sanas y rentables y productivas, dizque porque las manejaban empresarios ricos, hay que odiar a los ricos, hay que quitarle a los que tienen algo, que porque eran estratégicas para el estado y que porque debieran de ser manejadas por el pueblo, y eso solo lo hicieron por populismo, demagogia para las ganar adeptos en las elecciones, haciendo ver que el poder lo van a tener los trabajadores, resulta que entonces comienza , la burocracia, la ineptitud , la ineficiencia por falta de gerencia porque todo se quiere politizar y entonces se termina en fracaso, facilismo, en quiebra y en corrupción, porque a nadie le duele lo que se invierte, al final que ocurre, perdida de beneficios a los trabajadores , al final vemos a miles de trabajadores arrepentidos por haber apoyado tan malas decisiones, cierre de las empresas y otros caso en perdidas de recursos que son subsidiadas por el estado convirtiendo estas empresas en una carga en vez de una solución. Amigos la teoría es una cosa, la practica es otra y es difícil poder ver una empresa estadal que sea rentable y auto sostenible, porque lo que se crean es puros vicios , corrupción y burocracia. Lo triste es que a la final se termina en importando todo y eso va en contra del autoabastecimiento interno, al final se cae en el vicio de la comisiones por importaciones.

Pedraza -

Cerocero, y dónde tu hablas más claro. Quisiéramos leerte. Parece que algunos reaccionan como las gallinas cuando entra el gallo al gallinero, y eso dicho con todo respeto, el mismo que tú usas. Dime donde leerte.

Opcion cero -

Maestro Sexto,hoy se ha lucido ud con su acostumbrada brillantez al andar por las ramas y nunca arrimarse al tronco.Y sus lectores quedaran en la incertidumbre de Hamlet: ser o no ser ,pero esta vez preguntandose:Dijo o no dijo...Mientras los afectados grunen y gritan hasta quedar afonicos,nuestros mas insignes periodistas se nos aparecen con suaves y tranquilos trabalenguas que nadie es capaz de decifrar,como si todos fueran capaces de entender esos codigos binarios.Las cuentas claras y el chocolate a la espanola amigo Sexto,si tiene tanto temor decir lo que piensa y siente su compatriota de a pie major callar.El silencio de los corderos,.

caro -

Maestro Sexto, le reitero mi admiración tras leer este lúcido artículo. Supuse que no le sería ajena la controversia que por estos días ha generado la aprobación de las nuevas leyes aduanales y los comentarios que la misma ha levantado en la calle y en los medios digitales. Y ha escrito usted sobre ello con tal maestría que, primero, nadie puede afirmar que está usted criticando esas leyes en particular y sin embargo, la última frase lo dice todo: “Nadie podrá legislar contra las necesidades humanas”, y en segundo lugar ha ido usted a la raíz del problema: los pobres mecanismos legislativos que no meditan en las consecuencias, no consultan las decisiones con el pueblo y de ese modo improvisan desde el poder para al final sumar más descontento y más enemigos del proceso.