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PATRIA Y HUMANIDAD

PICADILLO

PICADILLO

Luis Sexto

A mediados de 2008, falleció Héctor Fraga, una de las voces fundamentales entre locutores y animadores de la radio y la televisión cubanas. Fue mi amigo. A raíz de su muerte, nada escribí;  sin embargo, publiqué esta crónica en Juventud Rebelde, quizás en 2003 ó 2004

Le debo al periodismo, entre otras experiencias deslumbradoras, el haber conocido a personas en plenitud de excepción... Si la letra impresa no hubiese estado delante hubiera yo perdido el privilegio de saber que existen seres como Oscar Gil en Ciego de Avila, Luis Formigo y Felina González en San Cristóbal, Jorge Freddy en Candelaria, Xiomara y Pedro de Celis en Sandino, Héctor Fraga en Bauta...

Desde mi adolescencia, a Héctor Fraga le veía la identidad facial a través del vidrio del televisor. Mas no lo conocía. Lo admiraba, pero no lo apreciaba con la certeza de un cajero cuando cuenta o cambia dinero. Un día de 1992, alguien me llamó telefónicamente a Bohemia.

-Oye, Luis Sexto, soy yo, Héctor Fraga...

-¿Fraga? -Sí, yo, Picadillo. Te llamo para decirte que te leo.

El honor, por supuesto, era para mí; no para él. Fraga tenía ya su historia hecha, y su nombre se engastaba en el tablero lumínico de la Televisión Cubana, con un estilo de animación desenfadado sin desparpajo, informal sin chapuzas, simpático sin necedad, chispeante sin groserías. Criollo y culto. Desde el saco desabotonado hasta la sonrisa pícara se configuraba un cubano inserto en una tradición artística que a ninguna escuela tenía que copiar, porque sobraban entre nosotros modelos y maestros. Como él. Y honor fue también para mí que el viernes 18 de julio me invitaran a participar en el homenaje, conservado en secreto, que sus compañeros del ICRT y el Gobierno y la dirección de Cultura de Bauta le rendirían por su cumpleaños setenta y cinco.

Iniciado el acto, nadie había previsto colocar a mano una palangana con agua fría. Casi hubo que darle un baño de pie a Fraga cuando entró en el teatro municipal y se topó con el recinto colmado de vecinos –reside en el Pueblo Textil, junto al lecho seco de la laguna de Ariguanabo- y un grueso grupo de amigos y antiguos compañeros de trabajo. Resultó un fogonazo. Delante de él estaban María de los Ángeles Santana, Fernando Alcorta, Mongo P, Darío Carmona, Luis Orlando Pantoja, Ángel Larramendi, Alberto Luberta. En fin, cinco mil años lo contemplaban y le cantaban felicidades. Tal vez con la excepción de Teresita Segarra, Aida Isalbe, Maríalina Grau, Guille Vilar, Teófilo Stevenson, Fraga resultaba el más joven de aquella banda de arte y señor y mío.

Muchos hablaron. Contaron anécdotas o expresaron deseos de que el festejado cumpliera 100 años más y todos juntos los celebráramos. Mongo P leyó una décima cuyas rimas más sobresalientes fueron cordial y leal. Esos dos adjetivos, en resumen, componen el perfil caracteriológico de Fraga. Lo sé. Porque desde aquella llamada que nos ligó, he sido su amigo, y lo he visitado en su retiro rural donde, además de Lilian, su esposa, lo acompañan los libros.

A veces se me va el atrevimiento y lo llamo Picadillo. Como sus amigos más viejos. Y él ríe. Como le es habitual. Dicen que lo sobrenombraron así cuando, en épocas de café con leche a cinco centavos y cama gratis en los parques, este guantanamero integró en la capital un dúo que se llamaba Salsa y Picadillo. Él era el picoteado. Pero admite qué sí, que es Picadillo, porque se trucida, se hace talco, para darse en afecto a los demás.

Lo mejor de la historia es que algunas veces quienes la hacen también la cuentan. Y yo, que no merezco mucho, porque no he hecho mucho, experimento que la vida suele derivar hacia la gracia cuando uno envejece junto a tanta gente singular. Conociéndola y queriéndola. Solo por ello ha valido el esfuerzo de pasar por periodista.

2 comentarios

Jose Diaz -

Luis Sexto excelente articulo, ultimamente lo noto" NOSTALGICO" escribiendo de personas o lugares. Lo felicito y continue con su pluma transportandonos en el tiempo. Mis saludos Jose

Modesto Reyes Canto -

Como decimos los cubanos, amigo Luis, ahora sí que me hizo el dia. Tuve la dicha y el honor de ser amigo y compañero de trabajo de Hector Fraga por casi diez años y si ambas cosas no siguieron siendo fue por razones de distancia.A Hector, asi le llamaba,me tocó escribirle y dirigirlo cuando Valdés Val por razones personales me dejó a cargo de su gustado programa D.Y le puedo garantizar que Hector,siendo en esos momentos uno de los locutores radiales y televisivos mâs conocidos y populares en Cuba, te pedia permiso para cambiar alguna frase con la cual no se sentía comoda escrita en el libreto.Su sencillez y buen sentido del humor a toda prueba lo convertía en alguien que uno quería tener como amigo.En él no existía el ego para nada y su amistad era sincera. Me recuerdo que cuando hacia el programazo "Juntos a las 9" a Pedraza Ginoris,productor y director del mismo,necesitó un escritor y ahi estuvo enseguida Hector para recomendarme y si al final no acepté la propuesta era porque tenía que dejar Radio Rebelde y en ese momento en dicha emisora yo escribía y dirigía como seis o siete programas, algunos diarios y otros semanales.Pero siempre aprecié el empujón que quería darme Hector. No me cabe la menor duda de que yo hubiese estado en el pequeño homenaje que se le hizo, junto a mi también amigo y maestro
Luberta y por qué no, Teresita Rua, con la cual tuve el gusto que trabajara junto a mi recién graduada ella de la escuela del ICR. Tronco de actriz!.Lo de Picadillo tiene muchas historias, pero la siguiente da una buena pista de porque le decian así.A veces para yo regresar de Radio Rebelde a mi hogar en Rancho Boyeros, no tenía los diez centavos que costaba la guagua y si se lo pedía a Hector, este se sacaba los bolsillos hacía afuera y con tremenda pena y pensando en la caminata que me tendría que meter,me decia: Si yo no tengo ni para mi, ahorita tengo que pedir y por eso se me pegó el nombrete ese de picadillo. Cigarros si sé que pedía cantidad.Pero sí Luis,Hector era muy fâcil para darse a querer y yo me siento un afortunado de haber contado con su amistad.un abrazo Luis. Modesto Reyes Canto.