LA VENGANZA DEL FANTASMA
Por Paul Mc Millan
Si es cierto que los fantasmas existen y salen en rondas nocturnas, el del Presidente John F. Kennedy, asesinado el 22 de noviembre de 1963, en lo que se conoce como “El magnicidio de Dallas”, debe andar recorriendo el que también fue su escritorio en el despacho oval de la Casa Blanca.
Tal vez no sea el único, porque antes del fueron ultimados otros tres: Abraham Lincoln, en 1865; James A. Garfield, en 1881, y William McKinley (1901), los tres Republicanos.
Una nada rara costumbre la de eliminar un Jefe de la nación en Los Estados Unidos de América, porque no conformes los matones con los ya citados, fueron victimas también de ataques a los cuales sobrevivieron, otros nueve Presidentes mientras ostentaban el cargo.
Fueron ellos Andrew Jackson (1835); Theodore Roosevelt (en 1912, tras finalizar su mandato); Franklin Delano Roosevelt (1945), en los finales de la segunda guerra mundial; Harry S. Truman (1950); Richard Nixon (1974); Gerald Ford (1975); Jimmy Carter (1979) y Ronald Reagan (1981).
Fuera por las causas que fueran, nadie tiene derecho de asesinar o intentar hacerlo a un Jefe de Gobierno, o a cualquier persona simple, pero así ha ocurrido desde el asesinato de Lincoln. Ello demuestra cuál ha sido en cada caso la actitud de la oposición. Elegido en 1960, Kennedy se convirtió en el segundo Presidente mas joven de la nación, después de Theodore Roosevelt. Y ejerció solamente desde enero de 1961, hasta su asesinato en 1963.
Su mandato estuvo caracterizado por disimiles e importantes eventos que quedaron recogidos no solo para la historia de los Estados Unidos, sino mundial, como la invasión a Bahía de Cochinos,, y tras ella la llamada “crisis de los misiles” (instalados en Cuba por la antigua URSS) y que se consideraban de alta peligrosidad para la seguridad nacional de los Estados Unidos.
Igualmente bajo su gobierno se inicio la construcción del muro de Berlín, la carrera espacial, la consolidación por los derechos civiles en los Estados Unidos y los primeros sucesos de la guerra en Vietnam del Sur.
Ante el homicidio a Lee Harvey Oswald, a manos de Jack Ruby, cuando era conducido por la policía, el expediente fue sellado por la Comisión Warren, que investigaba el caso, debido a que opino que “podría existir una conspiración en torno a su asesinato”.
El tiempo ha pasado y el proceso continúa silenciado hasta cuando se decida reabrirlo, con la esperanza de conocer la verdad del magnicidio. Y aunque todo apunta hacia –una parte—del exilio cubano por el apoyo negado a última hora para la invasión a Cuba, no existen pruebas conclusivas.
Pero, si así fuera, qué importa una mancha más para un grupo de energúmenos que 52 años después de que Fidel Castro asumiera el poder continúan esperanzados en derrotarlo a cualquier precio, aunque ese fuera desaparecer al actual titular americano o a cualquiera otro futuro. O sembrar a Cuba de bombas, no precisamente de flores y palmas. Y aunque el pueblo agredido hace 50 años (si bien una considerable cifra emigró hacia este y otros países), cuenta con mas de 11 millones de personas que no desean mayoritariamente abandonarlo a su suerte o a las de aquellos que pretenden “salvarlo” con falsas promesas económicas y de libertad.
Por el momento, aquí, en el país “mas democrático del mundo”, un fantasma deambula por la Casa Blanca, aunque tal vez no sea solo el de Kennedy, sino el “fantasma de la conciencia” de vivos y muertos, que no saben qué hacer para acabar con los miles de problemas que enfrenta esta nación, en medio de la mas grande crisis que recoja su historia.
5 comentarios
Carlos -
No sabes tu que con el acceso que tenemos a la informacion, no necesitamos vivir en Cuba para saber lo que ocurre alla. Como si lo que sucede en Cuba hubiese cambiado mucho desde que viviamos alla. Es lo mismo y seguira siendo lo mismo hasta que pase el malentendido historico de la "revolucion". Lo curioso de todos ustedes, los combatientes siberneticos es que en vez de atacar ideas con ideas, atacan a la persona y lo convierten en algo personal; acusan a todos de mercenarios y de recibir dinero por escribir ideas distintas y no se atreven a confrontar nuestra verdad con la suya. No hay mayor muestra de debilidad ideologica que la que muestran ustedes en sus ataques.
Yayo:El hombre de Sibanicu -
Del Blog -
Robert era el hermano pequeño del presidente; trabajó con él en la Casa Blanca (muchos dicen que fue el verdadero estratega que resolvió con éxito la Crisis de los Misiles Cubanos) y, cuando JFK fue asesinado, la popularidad de Robert se disparó hasta tal punto que, de haber logrado presentarse a la elecciones presidenciales, todo el mundo da por hecho que hubiera ganado. Pero no pudo ser. Fue asesinado con un par de tiros durante un mítin. Esta vez no tardaron en encontrar al culpable: Sirhan Sirhan, un jordano que fue encarcelado de por vida.
Desde antes de ser encarcelado, Sirhan lleva cambiando sus declaraciones: primero dijo que sí era culpable, luego que no lo era porque no recordaba haber matado a nadie... Pero nunca había dado una versión tan eficaz como la que esta semana han presentado los abogados: en la muerte de Robert, como en la de John, hubo varios francotiradores implicados. ¿Y por qué tenía Sirhan en su maleta un revólver considerado como única arma del crimen? Porque estaba hipnotizado.
Dicen los abogados: "Aunque la práctica de hipo-programar/controlar una mente no es nueva, se ha ocultado al público el lado más oscuro de esta práctica. La persona media no sabe que la hipnosis sirve para inducir a humanos a comportarse de forma antisocial". Wiliam F. Pepper y Laurie D. Dusek, que así se llaman los abogados, quieren que se abra de nuevo el juicio porque el de 1969, como el 99% de los juicios de la historia, no tuvo en cuenta esta posibilidad. Es más, añaden que un hipnotizado Sirhan no fue más que una distracción para que el verdadero asesino pudiera disparar varias veces contra Kennedy. Sirhan, por lo visto, solo fue elegido porque es árabe y por tanto sería detenido con más facilidad.
Sirhan "fue partícipe involuntario en los crímenes cometidos porque fue víctima de una programación hipnótica muy sofisticada que le impidió controlar sus pensamientos de forma consciente", explican los papeles. Para ilustrar su tesis, los abogados se han fijado en el detalle de que la bala usada en el juicio como prueba no fuera la misma que mató a Kennedy sino otra y, por tanto, no hay por qué creer que salió del revólver del acusado.
Fuente: Yahoo US
El muchacho de liverpool -
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