MI VISITA A MIAMI
Respuesta a ciertos objetores
Por Luis Sexto
El insulto es la prueba primordial de que los cubanos, por idiosincrasia, carecemos de la capacidad de debatir. El insulto es nuestro mejor argumento: cuando las ideas no nos alcanzan o nos faltan las palabras, invalidamos al oponente poniendo ante el ventilador un cartucho de porquería. Viene siendo el insulto, pues, como una manifestación del choteo que Jorge Mañach estudió durante la década crítica, ese lapso que discurrió aproximadamente entre 1923 y 1933 y durante el cual la nación cubana, aplastada por la factoría yanqui, según Martínez Villena, y traicionada por generales y doctores, de acuerdo con Carlos Loveira, empezó a rescatar su derecho a sobrevivir por encima de la herencia colonial y la presencia neocolonial.
Dije en mi post anterior que había estado en Miami. Y en los comentarios, que suelen componer, con alguna notable excepción de cultura y sensatez, un muestrario de grandilocuentes insultos, me lo han reprochado bajo la especie de que cómo yo, que tanto critico a los Estados Unidos, he visitado a ese país. En verdad, ese reparo no merece respuesta: es banal, trágico por elemental. Y por injusto. Salvando las diferencias, cómo podríamos entonces juzgar a José Martí, uno de los pensadores políticos que con más profundidad y severidad enjuició a los Estados Unidos de su época, residiendo allí casi un tercio de su existencia.
Martí, como este minúsculo prójimo que soy, no era enemigo del pueblo estadounidense. Era, sí, crítico de la superestructura imperialista que ya había asomado su faz primitiva y cruenta con la expansión territorial a costa de México y de las etnias aborígenes. Pero sus Escenas norteamericanas evidencian un casi sagrado respeto por la cultura estadounidense y sus prohombres. ¿Acaso ignoramos su devoción por Washington, Lincoln, Emerson, por Thoreau; su admiración por la industriosa actividad de los trabajadores? Y sabemos también que supo en sus análisis detectar los gérmenes destructivos que engordaban en el fondo de la política norteamericana. Y así, lo que para los viajeros del Mayflower era el paraíso recobrado, siglos adelante se convirtió en el paraíso perdido.
Hay, pues, una diferencia entre no estar de acuerdo con el hegemonismo de la política exterior de los Estados Unidos, ni de acuerdo con el complejo militar industrial y su necesidad insaciable de fabricar guerras para vender armas; hay una diferencia entre estas posturas y respetar a la gran nación del Norte por su valores materiales, por su literatura, su música, incluso por su sistema de seguridad social y por muchos de sus políticos. Por mi parte, prefiero la patria de Franklin D. Rooselvelt a la de McCarthy y los Bush. Por tanto, fui a Miami, porque no le profeso ningún asco. Y segundo la visité para dictar una conferencia a cubanos emigrados que piensan en Cuba y su destino desde una actitud constructiva, y de paso despedirme de mi madre que yace sobre una cama esperando su fin. También visité a varios amigos, amigos que no creen en lo que yo creo, pero respetan el valor de la amistad, soldada en muchos años de compartir problemas y esperanzas.
Creo, ante todo, en las militancia humana, y en la solidaridad y la justicia social. Creo en el respeto por la dignidad humana. Y creo en la independencia de mi patria de los Estados Unidos, que para ganarla y preservarla, trabajó Martí, de aacuerdo con su confesión antes de morir. Por todo ello, no dudé en ir a Miami y compartir mi visión política de la redaldiad cubana, a tantos errores sometida, y renovar mis afectos por tantas personas buenas. Era la cuarta vez que llegaba a territorio norteamericano -la sexta si contamos dos viajes a Puerto Rico- y regresé más seguro de cuanto profeso en lo ético y en lo político. Los Estados Unidos no son solo patrimonio de cuantos suscriben el “anticomunismo”, como en una algarabía de lugares comunes, o reniegan de la independencia de su patria de origen.
En suma, agradezco los comentarios en mi blog. Ojalá se transforme en un foro de debate razonable, civilizado. Ah, y de los fracasos de mi país, tengo una opinión muy distinta a la de tantos que ya no recuerdan ni de qué color tienen las hojas la yagruma.
6 comentarios
Rev Leonides Penton Amador -
Rev Leonides Penton Amador
Basulto -
Inquisidor -
los comentarios del senor nuncio y goicochea defendiendo el derecho de que pensadores e intelectuales de tendencias e ideas isquierdistas tengan derecho a venir a dictar conferencias a este pais,pero tambien quisieramos que ese derecho fuera valido para que otros pensadores e intelectuales que no profesan las ideas pro castristas puedan ir Cuba a dictar conferencias a aquellos que alla sienten que
estan reprimidos o excluidos por completo de expresar una opinion.
Propongo lo siguiente que aqullos que invitaron al senor
Luis Sexto a exponer sus ideas en esta ciudad,gestionen ante las autoridades de la isla que Montaner o Armengol,pueda expresar libremente sus opiniones en la Habana,estamos seguros de que los gobernantes cubanos estaran encantados con que nuestras ideas sean expresadas sin censura ni temor,ellos han sido a traves de tantos anos un hermoso ejemplo de tolerancia y respeto para aquellos que piensan diferente
Medardo Goicoechea -
Lo explico asi, porque justo el Nuncio Apostolico, como representante del Vaticano en todas partes del mundo, lleva precisamente en su nombre, el del jerarca esclesiastico, aunque nada tenga que ver. No existen motivos entonces para los que se oponen a la doctrina catolica, la emprendieran contra Ud. (por haberlo inscripto bajo el apelativo de Nuncio).
Y precisamente hablando en terminos generales no solo, con los detractores a ciegas, de las determinaciones de cada ser humano, de vivir y pensar a su manera, sino contra todo lo que les sepa a postura positiva respecto a Cuba, sino ya incluso contra personas como el autor de este blog, en su espacio propio.
Creo que ante todo hay que tener cierta dosis de cordura y respeto por una persona, que, al margen de su enorme capacidad como profesional no ha negado nunca su modo de pensar y actuar. Y ademas es insultado constantemente por cuantos temas de corte politico publique en este, su propio espacio. !Es tan facil fundar un blog!. No cuesta nada y ademas de ello en tal caso, probablemente nadie permitiria que se invadiera su propiedad de tal modo. A menos que no piense a su manera.
La internet, el mejor comunicador de la tecnologia mundial, permite que precisamente a traves de sus millones de paginas podamos navegar de esta manera y expresarnos como lo hacemos. Pero me parece no se vale, las ofensas en ningun sentido, ni a favor ni en contra.
Los que estamos aca, por los motivos que sean, tenemos una vida. Fue nuestro deseo el de viajar a este pais, en busca de un mundo mejor. Los que se quedaron atras, salvo los que aun tambien desean marcharse, merecen respeto a su forma de pensar.
No soy cubano, pero procedo de un pais que igualmente tiene imigrantes y nadie los insulta porque desde fuera no actuen en contra de su sistema de gobierno. Mucho menos, el faltarnos el respeto unos a otros directa o indirectamente. Zapatero a su zapato, que cada hombre y mujer viene al mundo de hoy libre y no como los antiguos esclavos de otras naciones.
En su libro LOS SECRETOS DE LA INQUISICION, el autor Edward Burman, explica que fueron las cruzadas contra los cataros y los valdenses. Las bulas que autorizaron a quemar herejes en las hogueras. La implantacion de la tortura en los interrogatorios. Los manuales de intrucciones para inquisidores. La eliminacion de los templarios. Las persecuciones de judios, los autos de fe, la caza de brujas y hasta el juicio contra Galileo Galilei entre otros.
Y sin embarego la religion catolica cuenta con millones de seguidores en el mundo y las iglesias abiertas.
Juzgamos a los que van a ellas, los ofendemos, cerramos sus iglesias. No, con que derecho?. Sufrimos nuestras penas, pero no por ello el mundo se detiene.
Hagamos asi. Y Como dijo Benito Juarez, recordemos que "El respeto al derecho ajeno, es La Paz!.
José Nuncio -
Fabian Pacheco Casanova -