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PATRIA Y HUMANIDAD

LIBROS PUBLICADOS EN CUBA (2)

LIBROS PUBLICADOS EN CUBA (2)

Por Luis Sexto

 

La Casa de las Américas, en La Habana, publicó en 2007 un libro largamente esperado. No me engaño. Quién no deseó alguna vez que Aleida March escribiera sus memorias sobre Che Guevara. No era este un deseo escabroso, intrigante, ni respondía a afanes de chismografía doméstica. Qué visión  más precisa y exacta que la íntima, la familiar, el paisaje humano desde la perspectiva del hombre de todos los días, en el nicho donde se trenzan los afectos más hondos y perdurables. Los afectos del esposo, del padre en un hombre muy importante y singular.

Había hasta ahora múltiples acercamientos al Che; numerosas valoraciones desde el punto de vista  político, militar, económico. Echábamos de menos, sin embargo, el relato de su intimidad, esa mirada que confirmara, desde el ángulo más personal, al político, al pensador, al hombre de acción.

Aleida March ha conseguido completar la imagen de Che Guevara con un testimonio único en este libro titulado Evocación. Lo he leído dos veces y no puedo decir, bajo el riesgo de mentir, que he quedado inconforme. Descontando aquellos pormenores de índole sumamente íntima, u obviando los hechos cuya naturaleza estratégica exijan todavía el silencio, Aleida March, la esposa de Ernesto Guevara, y su camarada de lucha desde las montañas del Escambray, en el centro-sur de Cuba en 1958, ha escrito un texto colmado de interés y humedecido por la entrañable presencia de un hombre que la autora, a pesar de estar tan cerca y quizás por esa propia cercanía, supo ver en su dimensión exacta de hombre extraordinario.

Aleida March tomó la decisión más justa: hablar del Che, del amor de ambos, de padre, del esposo, del yerno. Y con toda esa crónica en la que parpadea la nostalgia, puso de manifiesto la ternura contenida, pero enorme y nunca adormecida del Che Guevara. Como la que apreciamos en esta carta: 

“Mi querida:  Es la última en mucho tiempo, quizás. Pienso en ti y en los pedacitos de carne que dejé detrás. Este oficio deja mucho tiempo para penar, a pesar de todo.

“(…) Ahora te mando un par de besos apasionados, capaces de derretir tu frío corazón; divide uno en pedazos para los niños. Dale otro más moderados a los suegros y los demás componentes de la fila.

“En las noches del trópico volveré a mi viejo y mal ejercido oficio de poeta (…) y tú serás la única protagonista.”

Quién podría pensar que ese hombre que sabía amar, escribir cartas dulces y amorosas, leer y escribir versos, ese hombre que sabía darle al sentimiento su lugar  en la vida; quién podría pensar, sin caer en culpa de odio e injusticia, que la existencia de condotiero, soldado, constructor de pueblos, no estaba regida en el Che Guevara por el amor, la ternura aun cuando disparara un fusil.

Evocación es un libro tan útil y necesario como un episodio de la revolución.

 

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