EFRAÍN RUIZ CARO, PERIODISTA Y POLÍTICO
Por Juan Gargurevich
Efraín Ruiz Caro, periodista notable, político de izquierda y luchador social indeclinable, ha fallecido luego de una larga y valerosa lucha contra la enfermedad. Desaparece así un miembro de la generación de periodistas y políticos de los años 50 que asumieron el compromiso de hacer buen periodismo ligado a las causas sociales en que creyeron y sin apartarse nunca de sus postulados.
Ruiz Caro, miembro de una antigua familia de Cusco inició su carrera en el periodismo, cuando no había cumplido los veinte años, reclutado para formar parte de la redacción del nuevo diario tabloide "Ultima Hora", y fue allí que descubrió que su vocación no era el estudio de Ingeniería, razón por la que había sido enviado a Lima. Pero como él mismo contaba, los talleres, la redacción, la emoción de buscar noticias, el gratísimo momento de sentarse a escribir y luego ver publicado su reportaje, lo decidieron para siempre por el periodismo. También había sentido el llamado temprano de la política en los últimos años de la secundaria en el colegio "Cienciano", uniéndose a grupos que estudiaban textos que convocaban al cambio revolucionario. Por eso, luego de afirmarse como periodista en el famoso tabloide popular, decidió participar en política luchando contra la dictadura de Odría y por sus méritos fue elegido diputado por Cusco en las elecciones de 1956.
Formó luego parte del grupo fundador del conocido "Movimiento Social Progresista". Tendría entonces oportunidad de aplicar su gran experiencia profesional en la edición del famoso "Libertad" periódico del Movimiento que integraban también, entre otros, Alberto Ruiz Eldredge, los hermanos Augusto y Sebastián Salazar Bondy, Santiago Agurto, Francisco Moncloa, Germán Tito Gutiérrez, Humberto Damonte, todos jóvenes intelectuales decididos por la revolución socialista por la vía democrática. Los "Progresistas" se disolvieron luego de las elecciones de 1962 y emprendieron caminos diversos y Efraín regresó al periodismo para integrar el equipo fundacional de la cadena de diarios que patrocinó el industrial pesquero Luis Banchero Rossi. Luego pasó al recién fundado diario "Expreso" donde asumió la jefatura de redacción, diseñando un diario muy noticioso, liberal, de fuerte impacto popular.
Luego de una etapa en que emprendió algunos negocios, fue llamado a colaborar por los militares que, liderados por el general Juan Velasco Alvarado, habían derrocado al presidente Fernando Belaunde, en octubre de 1968. Ruiz Caro fue encargado de la promoción de la Reforma Agraria y formó parte de los equipos técnicos que recorrieron el país poniendo en práctica los mandatos de la ley que acabó con la oligarquía terrateniente del norte y el gamonalismo andino.
En 1970 se hizo cargo de la dirección de los diarios "Expreso" y "Extra", administrándolos en colaboración con sus sindicatos y en actitud consonante con sus deseos de crear medios informativos de amplia participación gremial, sindical. Luego de la expropiación de los diarios en 1974, Ruiz Caro se apartó del gobierno militar y marchó a Europa nominado como Secretario para América Latina de la Organización Internacional de Periodistas, con sede en Praga, capital de la entonces Checoslovaquia. Se reconoció su constante apoyo al movimiento gremial periodístico, debiéndose recordar que también estuvo entre los fundadores de la Federación de Periodistas del Perú, en 1950 y que abrió un espacio liberal de unión de intereses gremiales para la nueva generación de periodistas. También apoyó con decisión al legendario Genaro Carnero Checa en la fundación de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.
Desde Praga, donde permaneció más de cinco años, fue un importante promotor del periodismo latinoamericano de avanzada, promoviendo la visión crítica de los medios de información de la región, dominados mayormente por intereses de los países del norte. Cuando regresó a Lima y fiel a su vocación de periodista comprometido, fue nombrado director del diario "El Observador", cuando sus periodistas trataban de salvar la empresa organizándose en cooperativa, es decir, lo que Ruiz Caro había promovido siempre: la participación colectiva.
Con ese espíritu fundó el cotidiano "La Voz" en 1985, tabloide que se sostuvo casi dos años pese al boicot publicitario del gobierno y la terrible inflación del tiempo del primer gobierno de Alan García. Apoyó con decisión a "Izquierda Unida" y a sus dirigentes y convirtió el periódico en verdadera arma de combate. Todos los días seguía y comentaba la actualidad desde su columna "Sin Consignas", con comentarios lúcidos que marcaban derroteros para la izquierda que no logró unificar esfuerzos para proyectar una presencia significativa en el escenario político de aquel tiempo. Apartado de la política, no dejó el periodismo y empleó su vasta experiencia en la redacción y edición de revistas institucionales, trabajo que no dejó ya nunca hasta ser sorprendido por la muerte.
Efraín Ruiz Caro publicó dos importantes libros. El primero, con la colaboración de su hija Marusia, data de 1985 y se tituló "El futuro traicionado. Gas de Camisea". Es un documentado alegato contra las decisiones del gobierno aprista sobre los yacimientos naturales de Camisea. Más tarde, en 1990, publicó el histórico libro "La Tercera Colonización. El poder de la información en la era tecnológica", libro comprometido con los postulados de la exigencia por un nuevo orden mundial de la información y en el que se detalla el sistema informativo de los países del norte, planteando como tesis central que "La comunicación, controlada por grupos transnacionales que coinciden y defienden la política exterior de Estados Unidos, es hoy el gran instrumento de colonización. La comunicación engloba todos los sistemas vinculados a la mente humana (…) Nada hay de inocente ni de imparcial en la comunicación…". No le alcanzó el tiempo para corregir un texto que tituló "Carta a mis nietos. Herederos de un país fascinante", en el que recoge los logros de nuestros antepasados precolombinos.
Diciembre del 2007
18 comentarios
Gualterio Nunez Estrada -
alberto Elier -
Alguna vez alguien sugería que lo mas cercano en la política eran los extremos, según los antecedentes, pareciera ser cierto que nada más similar a un Fascista que los comunistas ...
¡pero es mi opinión!
Pedro Tereda -
Gualterio Nunez Estrada -
Pedro Tereda -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
Enrique R. Martínez Díaz -
Fabian Pacheco Casanova -
Gabriel -
Los datos de entradas a esta página son muy interesantes. Los más interesante es la escasez de visitas desde Cuba. Sin duda eso se debe a la rareza de las concexiones domésticas a internet en Cuba, lo cual es consecuencia de la situación económica cubana.
Creo que Cuba está perdiendo el tren de internet, seguramente por una combinación de factores económicos y control político de los medios de comunicación.
Un saludo
Fabian Pacheco Casanova -
Fabian Pacheco Casanova -
Fabian Pacheco Casanova -
Fabian Pacheco Casanova -
Gabriel -
Lo más importante no es estar en la izquierda o en la derecha.
Lo verdaderamente importante es luchar por una sociedad donde todos tengan cabida.
Todo ser humano tiene el derecho irrenunciable a organizar su vida según sus propios criterios éticos, mientras no dañe a nadie. Ningún gobierno tiene legitimidad para menoscabar ese derecho.
No todas las izquierdas son iguales. Muchos luchamos contra la izquierda "carnívora" que impone sus criterios a todos los ciudadanos mediante el uso coactivo de la fuerza ilegítima.
Sin libertad no hay izquierda posible. El resultado es un fascismo disfrazado de simbología y discursos izquierdistas.
Es a esos travestidos políticos a los que me gusta desenmascarar.
Por cierto, no creo que la vida finalice en el vacío. Sería horrorosamente triste.
Un saludo.
Gabriel
Enrique R. Martínez Díaz -
La muerte nos viene de igual forma a los izquierdistas, a seudoizquierdistas, a los oportunistas y a los de derechas también. Los materialistas pensamos que después de la muerte no hay nada; otros piensan que hay infiernos y paraísos. La peor muerte es la que se sufre en vida; parafraseando al poeta (¿Darío?) "después de haber vivido la mitad de la muerte, hay que seguir muriendo lo que queda de vida", a las "almas tímidas y débiles", sólo les queda sollozar por lo que no fueron nunca, aunque quisieron. No, sr. Pericoples, los de izquierda no somos menos cada día; todos no estamos en una Asociación Para Revolucionarios Arrepentidos.
Pericoples -