HUMBERTO ARENAL: NUEVA YORK Y CUBA
Por Luis Sexto
Humberto Arenal tiene en Nueva York uno de los puntos seminales de su biografía. En archivos de la Gran Manzana se empolvan los ejemplares del periódico donde se imbricó con el periodismo, y allí escribió su primera novela, El sol a plomo, de asunto cubano. Al cabo de casi 50 años, no lamenta, ni detesta, la década vivida entre rascacielos, ni se arrepiente de haber regresado a Cuba.
En su país de nacimiento escribió y publicó toda su obra a partir de 1959. Pero estima que en sus novelas y cuentos, principalmente, se aprecian las marcas de los mejores escritores norteamericanos del siglo XX, empezando con Sherwood Anderson, y siguiendo con Hemingway, Faulkner, y Dos Passos. Entre los poetas, el predilecto es Witman. En la narrativa de Arenal se pulsan los rasgos de una prosa dura, urbana, objetiva, sin dejar de estar plausiblemente trabajada, con la que expresa conflictos de generación, de familia, del hombre y el medio en situaciones extremas.
En abril de 1959 fue de Nueva York a Washington a entregar a Fidel Castro un ejemplar de su primera novela, presentada por esos días. El líder de la entonces principiante Revolución cubana le preguntó los datos básicos de su vida, y luego lo invitó a regresar a Cuba. “Habrá trabajo para todos”, le prometió.
"Yo le dije que quería hacer cine –precisa Arenal-, y Fidel me respondió que habían pensado en crear un instituto nacional de arte e industria cinematográficos." Y, en efecto, en ese organismo me ofrecieron trabajo, porque yo había cursado algunas lecciones de cine en Nueva York.
Entonces era periodista de la polémica revista Visión, de inclinación política de derecha. En 1952, al fundarse con el propósito de influir en la opinión pública latinoamericana, Arenal fue seleccionado como una de las firmas iniciales, provenientes en su generalidad de Times y Newsweek. Su vocación literaria y el sustento de su familia convirtieron la oferta en una opción aceptable. Y durante seis años trabajó en esa publicación donde paradójicamente adquirió fama de díscolo, crítico, inconforme, hasta la visita de Fidel Castro a los Estados Unidos cuando, el entregar una reseña objetiva del hecho, fue expulsado. Ya era jefe de producción.
"Fue una gran chasco oír, después de tantos años de trabajo: Estás despedido. Yo había permanecido en Visión a contrapelo de sus filiaciones. Pero comprendía que Visión no iba a cambiar". Arenal, nacido en 1926, fue a los Estados Unidos en 1948, a perfeccionar el inglés que en Cuba había aprendido con ahínco de joven hijo de obrero. Un año después, al concluir sus estudios, decidió permanecer en Nueva York como emigrado, dueño ya de un idioma casi perfecto.
Logró matricular en una escuela de periodismo en inglés, y luego obtuvo empleo en El Diario, periódico publicado en español al que había llevado, alguna vez, cuentos como colaborador. Le asignaron atender las noticias del sector hispano de la ciudad. En esos momentos, “me ganaba la cultura norteamericana: leía periódicos en inglés, iba a teatros en inglés, veía cine en inglés, leía literatura en inglés.”
El contacto con los inmigrados de origen latino, lo identificó más conscientemente con su cultura original. Y por esa razón estima que el periodismo diarista “le resultó un ejercicio fascinante”.
De aquellos años juveniles piensa que compusieron el periodo en que una gran oportunidad le salió al paso en una ruta aún para él confusa, y él la aprovechó. En Nueva York no vivía entonces ni lo peor, ni lo mejor del mundo. “Pero yo, que conozco ciudades como París, Londres, Berlín, Moscú, creo que ninguna posee la fuerza de Nueva York.” “Las cosas fueron y ya no se pueden cambiar –estima-, y por ello todo pasó como entonces debía pasar, y no lo lamento.” No se queja ni de sus años en los Estados Unidos, ni de sus años en Cuba, porque he sido todo lo que he querido ser.
BREVE FICHA
Nacido en la Habana; narrador y dramaturgo. Es autor, entre otros libros, de El sol a plomo, Los animales sagrados, A Tarzán con seducción y engaño, ¿Quién mato a Iván Ivanovich? Su última novela se titula Allegro de Habaneras.
42 comentarios
Piolin -
Gualterio Nunez Estrada -
Fabian pacheco Casanova -
Gualterio Nunez Estrada -
Enrique R. Martínez Díaz -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
Fabian Pacheco Casanova -
Enrique R. Martínez Díaz -
Piolín -
En mi estadía en ese pobre país, muchachas lindas, de familia, se me ofrecían por unos pocos dólares. Incluso llegaban a desocupar las covachas donde viven para tener sexo. Los bañor eran asquerosos : debido al racionamiento de agua no era posible evacuar los retretes. La inmundicia, por supuesto, estaba ahí....Cazé una infección y tuve que ir al médico. Pagué 50 dólares por la consulta....(gratis ni el aire) Las jineteras, ni hablar. Soplones por todas partes, cada una casa un soplón, los homosexuales todavía asustados por el tiempo en que eran perseguidos y asesinados, o mandados a trabajos forzados por el tirano y sus cómplices. El hombre que hacía de taxista me confesó que ni siquiera el miserable taxi era de él, sino que del partido. Estando en una playa para turistas, se me acercó una señora, hablando como si fuera una criminal, medio disimulada, haciéndose la que aquí nada pasa, para pedirme ..... UN JABON Y PAPEL HIGIÈNICO...
A ese nivel de indignidad se vive en ese socialismo decadente y que se desmorona solo.
Enrique R. Martínez Díaz -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
Chucho -
Fabian Pacheco Casanova -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
chucho -
Gualterio Nunez Estrada -
Piolín -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
Piolín -
Gualterio Nunez Estrada -
Perico Pérez -
Si el tirano reflexionara, debiera por lo menos pedir perdón por tanto crimen cometido en la isla,por tanto engaño y por tanta manipulación siniestra de la realidad.
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
chucho -
Gualterio Nunez Estrada -
Gualterio Nunez Estrada -
chucho -
Gualterio Nunez Estrada -
El Loco Castro -
Saludos desde Paris.
chucho -
chucho. -
Este articulo responde al dedillo lo que tu (te puedo tutear no) Enriques me decias que la prensa en Cuba era una prensa con criterio partidista, y es que en este articulo hay tantas cosas que yo he mensionado en otros forums, lo que la mayoria de las veces me ha valido la descalificacion para participar en los mismo, pues los forum de Cuba son de muy corta duracion, enseguida que comienza la polemica, inmediatamente te borra los mensajes o te veta. Bueno, aqui va el articulo. Disfrutenlo.
"Mejor sirve a la patria quien le dice la verdad. Esa es una de las máximas martianas a las que me aferro, aunque me ha costado caro en mi larga militancia. No digo que tenga la verdad absoluta, que no existe, ni sea poseedora total de la verdad dialéctica que suele ser escurridiza, me refiero a la vocación de decir lo que veo, los hechos, que como dijo Lenin, son testarudos, a mi pequeña verdad individual nutrida de las otras verdades que día a día me trasmiten mis compatriotas. Pero sucede que en el periódico, al que estoy vinculada desde el año 70 no puedo hacerla pública porque entre las taras estalinistas de las cuales no ha podido librarse el socialismo cubano está el mantenimiento de un periodismo al margen de la dinámica de la vida, de los conflictos naturales de la convivencia social, de ese entramado complejo que es pretender una sociedad más justa, siendo un país pobre, bloqueado, frente a un mundo que después de finalizada la guerra fría involuciona, salvo en algunas zonas como América Latina, donde ha vuelto a levantarse la bandera de la esperanza, entre otras razones por la ejemplar resistencia de la Revolución Cubana.Pero esta paradigmática revolución, a la que le debo lo mejor de mi misma, está amenazada y puede ser reversible, como ya alertó Fidel en su discurso de la Universidad de La Habana en el 2005, no sólo por la agresividad cierta del enemigo sino por los problemas internos que aunque él mismo los habló con el mejor espíritu revolucionario, no se debatieron en aquel momento, siguen gravitando en la vida nacional mientras el estudio de sus causas se prolonga y los métodos emergentes que se emplean para solucionarlos no demuestran una comprensión cabal de en que fase está la sociedad, ni del cambio de mentalidad imprescindible para que el proyecto se mantenga a largo plazo.La lectura de un artículo firmado por Katerinjuk en Rebelión sobre la situación en las antiguas repúblicas socialistas del este y la propia Rusia me ha desatado los demonios de la angustia y la responsabilidad moral. Primero, porque visité algunos de esos países y desde los años 70 ya los niveles de inconformidad con el sistema eran tales que era previsible lo que sucedió después o al menos que, así, como era en aquellos lugares no podía ser el socialismo. Pero se guardaba silencio sin tener en cuenta que silenciar los problemas reales es la mejor forma de hacerlos mayores. Segundo, porque a pesar de las peculiaridades cubanas, encuentro, percibo, en nuestra sociedad disgustos similares y no únicamente por las carencias materiales que podrían ser comprendidas en el contexto internacional, sino por apelar a fórmulas simples para enfrentar mecanismos complejos de la sociedad y los individuos.En Cuba la mayoría de la población quiere salvar la Revolución a toda costa. La mayoría inteligente sabe que no puede esperar nada mejor del capitalismo y mucho menos de los Estados Unidos o de los atorrantes de Miami. Agradecen y respetan el liderazgo de Fidel y toleran no pocas decisiones desacertadas por gratitud y sabiduría, pero como reza un dicho popular, hay que vivir y si para hacerlo no te alcanza el salario tienes que inventar lo que sea y de ese aspecto salen muchos de los males de la sociedad, pero también de que el estado benefactor insiste en resolverlo todo de una manera centralizada y no permite, ni propicia mecanismos alternativos para, según la iniciativa personal y la creatividad de cada cual la gente se gane su vida. Parece una derrota ante el capitalismo recurrir a esos métodos, olvidando que hay fenómenos de la economía que no son ideológicos, sólo que el capitalismo se ha apropiado de ellos que ha sabido usarlos para su expansión perpetua y para transformar a gran velocidad sus fuerzas productivas.Elementalmente nadie puede negar que hay que producir, hacerlo con eficiencia y tener ganancias que sólo en el socialismo pueden tener una distribución social más justa para intentar igualar a las personas en el bienestar y no en la pobreza. Pero incluso, en los países socialistas que lograron cierto nivel de vida había una ansiedad por posibilidades que inexplicablemente no ofrece el socialismo y están más relacionadas con el campo espiritual y con lo individual que se sacrifica en nombre de la masa sin tener en cuenta que esa masa está formada por individuos.En el plano social las personas necesitan sentir que participan realmente en las decisiones que se toman en como conducir la sociedad, que son escuchadas y tenidas en cuenta; en el plano individual las personas necesitan sentir que son dueñas de sus vidas y estas no son propiedad del estado aun cuando apoyen a ese estado. Los que dirigen, elegidos por esas personas, aunque tengan las mejores intenciones, no pueden olvidar que su razón de ser es lo que sienten, piensan y necesitan sus electores. Pero como el socialismo se ha dado en una lucha enconada con un sistema enemigo que quiere desaparecerlo, esos principios primarios de la existencia humana quedan en un segundo plano y la participación de las personas se reduce a cumplir, apoyar lo que se decide arriba y eso, además, les quita verdadero sentido de responsabilidad con lo que ocurre en la sociedad.Muchos de los ciudadanos de las ex repúblicas socialistas que encontré en París, en mis tiempos de Embajadora ante la UNESCO reconocían los problemas duros de sus sociedades, pero alegaban que estaban en París, había sido su decisión personal, aunque trabajaran de meseras o de albañiles en la construcción, otros que estaban sólo de visita decían que ni soñar con ir a Paris en el socialismo. Hay miles de terrícolas en el capitalismo que no pueden ni soñar con ir a Paris, pero no les está prohibido y ese es un matiz que los políticos que quieren inclinar el mundo hacia el socialismo tienen que tener en cuenta. Y en realidad esas medidas tienen más que ver con un tipo de mentalidad simplificadora que con problemas que afecten a la sociedad socialista, que tiene que ser de libre elección y no obligatoria, porque cuando se trata de obligatoriedad a la larga sucede lo ocurrido en todo el este europeo.Por supuesto que Cuba tiene un enemigo tan poderoso como para tener una ley que acoge a todos los cubanos que lleguen a territorio de E.U y brindarle todas las facilidades para establecerse, lo cual no hace con el resto de los emigrantes, pero la manera de sortear ese ataque no puede ser que los cubanos, como si fueran párvulos, tenga que pedir un permiso de salida de su país, amigos o familiares tengan que comprar una carta de invitación para que puedan viajar al extranjero, tengan que pagar un impuesto todos los meses para poder permanecer hasta once y obligatoriamente regresar o son declarados emigrantes y nunca más, salvo casos humanitarios, pueden volver a vivir en su país. Eso estaba justificado con los burgueses que se fueron, con los contrarrevolucionarios que atentaron abiertamente contra la Revolución, pero no con las nuevas generaciones de cubanos, nacidos y criados en el proceso revolucionario que reconocen y- el estado también- que se trata de emigrantes por causas económicas y no políticas, que quieren buscar algún dinero y venir a gastarlo con su familia en Cuba, o emplearlo en mejorar su casa. Pero incluso 5 años después del retiro hay que pedir permiso al antiguo centro de trabajo para tramitar cualquier viaje personal.De ningún país del mundo se puede salir al exterior si se tiene deudas, causas pendientes con la justicia o cuando se manejan informaciones que afecten la seguridad nacional, pero convertir un viaje en una verdadera mortificación, en un suceso humillante que niega el derecho a pagar un pasaje, ir y volver, me parece un problema evitable cuando en el país circulan divisas, buena parte de los cubanos tienen familiares o amigos en el extranjero que pueden proporcionárselas, algunos incluso las ganan dentro del país, o pueden convertir el peso cubano en divisa de manera legal. Se evitaría una molestia a los ciudadanos si los trámites fueran los comunes en cualquier lugar y quienes negaran las visas fueran los otros países, aunque para ello haya que tener un dispositivo especial para evitar infiltraciones del enemigo, que estaría mucho más justificado que ese aparato burocrático que se presta a sobornos y que incomoda a cualquiera con la sospecha de las razones de viaje y el temor a que la gente se quede.En caso de que alguien se quede entonces comienza el vía crucis para los que se quedaron, porque los que se quedaron tienen que volver a pagar la casa, o la parte de la casa que su padre o su madre compraron al estado socialista en precios muy bajos, pero fueron los precios establecidos y sufren una multa, un impuesto como si fueran responsables de la decisión del que se quedó. Es kafkiano, como lo es también que si los padres mueren, los hijos tienen que volver a pagar la casa para permanecer en ella y que la casa o el auto no se pueden vender aunque se pudran de falta de mantenimiento porque las personas no tienen recursos para mantenerlos y necesitan vender para poder continuar su vida más reducidos o menos cómodos.Entonces surge el problema de la propiedad y no hablo de la explotadora privada, sino de la personal, adquirida con el trabajo. Nada es verdaderamente tuyo, tú no puedes decidir por ti mismo si viajas, si cambias de casa, si vendes el auto y todo eso es para evitar que los sectores enriquecidos ilegalmente se apropien de lo mejor del patrimonio o puedan adquirir cosas que en tiempos mejores el estado facilitó por méritos laborales, pero a quien se está lacerando es a esos ciudadanos, que dadas las circunstancias, intentan buscar solución a los problemas económicos que el estado no puede resolver, aunque se esfuerce y tenga la voluntad de hacerlo. Es otra camisa de fuerza y una vez más se acude a la simplificación. Porque el estado, como en cualquier parte del mundo, puede beneficiarse si cobra impuestos por cualquier transacción de esas, incluso se los puede poner al comprador para defender al de menos posibilidades, porque lamentablemente los de mayores posibilidades económicas no son los científicos que hacen vacunas, ni los campeones olímpicos, ni los héroes del trabajo, sino los que a pesar de todas los decretos y regulaciones se han enriquecido ilícitamente o tienen entradas del exterior muy grandes.Si los burócratas que deciden esas medidas, que carecen de base socialista, porque vulneran derechos elementales reconocidos desde el famoso manifiesto comunista, se platearan soluciones de fondo a los muy complejos problemas de la sociedad cubana, diseñarían fórmulas más apegadas a la situación actual que no es la de los años 80, por tanto realistas y como realistas revolucionarias, y digo burócratas porque estoy convencida que si Fidel y Raúl conocieran esas medidas y como se aplican, estoy segura que no podrían dar su apoyo y por eso la gente que cree lo mismo, dicen deja que ellos se enteren, pero el socialismo no puede depender de dos, tres personas, cuatro o diez que tengan la lucidez de entender que muchas medidas de esas son interpretadas como modos de molestar y fastidiar todavía más el difícil cotidiano.Y no lo digo por cobardía para eximir a Fidel y Raúlde responsabilidades sino porque como ciudadana de este país he escuchado a Fidel decir que el socialismo es una agrupación de voluntarios cuando el éxodo de Mariel y a Raúl que los frijoles son tan importantes como los cañones en plena crisis de los 90, para citar sólo dos ejemplos de realismo político. Por eso no puedo imaginar que comulguen con esa lista de medidas vejatorias que incluyen las regulaciones en las relaciones con los extranjeros.Nunca he leído en el periódico Granma que no se puede llevar en el auto a extranjeros, ni se pueden hospedar a los amigos que nacieron en otros lares en la casa. Pero si llevas a extranjeros en tu carro puedes tener una multa de 1 500 pesos y si se quedan en tu casa por el estilo, salvo que pidas una autorización que no siempre es concedida. Es una forma de evitar el tráfico de drogas, las prostitución, de hacer que la divisa llegue directa a manos del estado que la emplea en garantizar la salud y la educación, una cuota mínima de alimentos subvencionada y miles de ventajas más, nadie lo duda, pero ni todos los ciudadanos son iguales, ni todos hacen negocios turbios y es muy lamentable que quien te brinda hospitalidad en su país no pueda ser reciprocado. Ninguna de esa medida es gratuita, todas intentan controlar situaciones que se han creado a causa de las circunstancias, pero no pueden ser facilistas, igualatorias, sin tener en cuanta que no se puede tratar a las personas decentes como a los delincuentes.La lucha contra la prostitución está llevando a frustrar las relaciones verdaderas entre nacionales y extranjeros. Como en cualquier parte del mundo aquí se enamoran las gentes de cualquier parte y se hacen amigos también. Pero ninguna mujer, ni hombre puede hospedarse en un hotel con su pareja si no es del país, aunque sean mayores de edad y absolutos responsables de sus actuaciones. Se alega que es para evitar la desigualdadde los que pueden y los que no pueden. Pero las desigualdades siempre han existido y ahora se han hecho más evidentes y lo peor es que al final acceden a esos presuntos privilegios gentes que logran sobornar o simplemente se van a casas particulares que ni siquiera pagan impuestos. Porque no se puede pretender controlar la existencia de las personas minuto a minuto yla mayoría de esas medidas contribuyen más a delinquir que a lograr los propósitos con las que se imponen.Esas presiones, que tienen un fondo de torpeza, que ya probaron su ineficacia en todo el antiguo campo socialista, ocasionan grandes disgustos en la población, aunque por gratitud o temor no se cuestionen a escala masiva, y van creando un caldo de cultivo nada favorable.Igual sucede con el empecinamiento en mantener la propiedad estatal como única variante en aspectos que otras alternativas han mostrado mejores resultados, tales como la gastronomía y la agricultura y no se trata de incentivar la propiedad privada, sino la colectiva posible en estos tiempos, ensayada tímidamente y que a la larga es la verdadera fórmula socialista como ya han señalado otros. Incluso, hay un aspecto de la propiedad cooperativa que puede ser salvadora ante cualquier jugarreta futura de los enemigos y que podría evitar que ante cualquier circunstancia adversa que funcionarios inescrupulosos de hoy se apropien de los bienes que legítimamente pertenecen al pueblo, como ocurrió cuando la caída del socialismo en Europa del este. Y está descripta en el Estado y la revolución de Lenin, refiriéndose a la democracia socialista que nunca llegó.Si legalmente cada pedazo de tierra del país pertenece a un consejo cooperativo, cada fábrica, cada instalación deportiva, cada teatro, nadie podrá venir un día a apropiarse de ellos porque sus dueños colectivos tendrán los medios para defenderla, y eso es propiedad socialista al duro, que se puede tocar con las manos frente a una propiedad estatal que nunca los ciudadanos han sentido suya verdaderamente, entre otras cosas porque las ancestrales costumbres no se cambian por decreto, ni las tendencias naturales de la especie a que pertenecemos.Después de las amargas experiencias del socialismo en Europa del este, los comunistas deberíamos entender aquella máxima de Ghandi: si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo, para no pedirle a nadie que haga lo que no seamos capaces de hacer y también que sí, es cierto, como han dicho algunos ideólogos enemigos la lógica del capitalismo está más cerca del atavismo biológico de los seres humanos. Cuesta menos esfuerzos mentales sumarse a la ley del más fuerte, como hace la manada de los monos, y el capitalismo ha sabido convertir las miserias humanas en categorías para el funcionamiento económico. Ser socialista, pensar como socialista, sentir como socialista requiere de un esfuerzo espiritual e intelectualmayor porque implica pensar también en los otros y dominar al animal que somos. Para conseguir dejar atrás la prehistoria, si queremos que haya socialismo del Siglo XXI, tendremos que evitar los mismos errores que ya demostraron en el siglo XX su fracaso.La paradigmática Cuba tiene que despojarse de todas las fórmulas y métodos tomados a préstamo de quienes se suponían de mayor experiencia y desaparecieron por su aferramiento. También tiene que impedir que su agenda interna la ponga Estados Unidos con sus provocaciones y mucho menos los desnaturalizados de Miami. Y en eso Fidel y Raúl si tienen gran responsabilidad como garantes de los cambios socialistas que deben producirse antes de que desaparezcan como líderes vivos. A pesar de la corrupción y otros males, existen millones de revolucionarios cubanos dispuestos a participar en las transformaciones necesarias, sabedores de que no hay nada que dañe más a las mejores ideas que el estancamiento y esas medidas y métodos a los que me he referido muy discretamente, que sofocan y agobian a las personas no pueden generar el espíritu indispensable para que el empeño socialista se sienta como tal.Articulo leido aproximadamente 394 veces
chucho -
Enrique R. Martínez Díaz -