DINERO DE CUBA EN LA INDEPENDENCIA NORTEAMERICANA
Por Luis Sexto
George Washington sería el primero en ordenar un añadido en los textos escolares de historia de los Estados Unidos. Nadie como él pudo apreciar aquel millón de libras esterlinas que aportaron las damas de La Habana, y con el cual pudo avituallar su ejército, carente entonces de ropas, alimentos, armas y municiones, para batir definitivamente a los ingleses en la batalla de Yorktown el 31 de octubre de 1781.Ciertos estudiosos y profesores universitarios de los Estados Unidos reclaman desde hace años el derecho de los estudiantes norteamericanos, incluso a los de origen latino, a conocer el concurso de españoles, cubanos, mexicanos y de otros países de América Latina y el Caribe, en la guerra por la independencia de las 13 Colonias. Todavía hoy solo se habla de la participación europea, en particular francesa, y se exaltan los nombres de Lafayette, Von Steuben, Kalb, y otros.
El historiador Stephan Bonsal asegura que el aporte monetario de las mujeres en Cuba “puede ser considerado, verdaderamente, el cimiento sobre el cual se erigió el edificio de la independencia americana”. La historia es así. En la primavera de 1781, Washington le comunicó al general Conde de Rochambeau, jefe de las fuerzas francesas en territorio norteamericano, las necesidades logísticas de sus tropas, calculadas en un millón 200 mil libras esterlinas. El militar pidió lo que en la época sumaba una fortuna, a Degrasse, almirante de la flota francesa fondeada en Santo Domingo. El marino intentó colectar el dinero en esa isla, pero le resultó imposible. Y remitió tres de sus barcos a La Habana, uno de los cuales navegaba capitaneado por el célebre Saint Simon.
Mujeres adineradas, esposas o hijas de altos funcionarios de la colonia, de comerciantes o de hacendados criollos, se despojaron de sus joyas, en un donativo cuyas razones habría que buscarlas en la solidaridad con los norteamericanos, o en el odio a Inglaterra, que había gobernado y maltratado a los habaneros en 1762. Lo cierto que su sacrifico cubrió casi el monto de la suma, divido luego entre las tropas independentistas y las francesas.
Capitán General de Cuba era Juan Manuel Cagigal, cuyo ayudante de Campo se llamaba Francisco de Miranda, más tarde precursor de la independencia de los países hispanoamericanos. Ambos pelearon del lado insurrecto en la batalla de Pensacola, dirigida por Bernardo Gálvez, gobernador español de la Luisiana que apoyó desde 1777 a los revolucionarios de las 13 Colonias. Galveston fue bautizada así en su honor. En Pensacola, en 1781, como en Mobile en 1780, lucharon 4 000 soldados procedentes de Cuba, muchos nativos, blancos y negros, de la isla; 2 000 de México y centenares de Puerto Rico, Haití, Santo Domingo.
La historia podría escribirse en el presente, pero ocurrió en el pasado, imborrable e insustituible. Washington sería el primer en testificarlo.
7 comentarios
Sureño Confederado de Dixie Land -
Misterio -
y que pagina mas aburrida
Francis Elier -
Gallego, Martí amaba a España como ama un cristiano a su prójimo, no más valor, si tenía madre, esta no era gallega, era americana. ¡Y a mucha honra!
Vaya usted a campear con el CID, que en Cuba aún tenemos tareas pendientes como para soportar tan inútil arrogancia. i tal como se acostumbra a los gringos, ¡Gallego, go home!.
Ricardo -
Cuba, México y otros países de América Latina eran España. Fue España junto con Francia las que por razones estratégicas ayudaron a EEUU a conseguir su independencia.
Nada hubieran hecho los habaneros si Madrid no los hubiera alentado.
El eterno dilema sigue siendo los diferentes puntos de vista que tiene la historia.
¿Martí era cubano o español? Martí amaba a Cuba pero también amaba a España, al pueblo español, y odiaba a un gobierno que tanto en la península como en América Latina se portaba como un autentico tirano.
Si a ustedes les gusta decir que los habaneros o Cuba ayudaron a la independencia de EEUU no nos vamos a pelear por eso.
Les acepto pulpo como animal de compañía.
Solo que a mi me gusta pensar que el primer ferrocarril español fue el de La Habana a Matanzas.
Y que Martí era cubano, pero también era español y por si fuera poco amaba a España.
javier perez -
javier perez -
Francis Elier -