UN GRITO NO ARTICULA UNA VOZ
Luis Sexto, @Sexto_Luis
Un punto de vista diferente
Una colaboradora o corresponsal de la BBC pretendió, recientemente, emular al poeta Jorge Manrique, aludiendo implícitamente al resobado verso de todo tiempo pasado fue mejor. Su nota exaltaba el valor histórico del 20 de mayo. No voy a centrarme en los numerosos epítetos y reproches que endosa a la Cuba del socialismo en un alarde de lo que le critican a la prensa cubana oficial, pero que muchos, sobre todo los que la combaten, emplean: la propaganda. Argumentos, ninguno. Y verdades sólo aparentes. Más bien, los consabidos lugares comunes de la retórica antisocialista. Valga una breve muestra: califica al sistema cubano de “socialismo inamovible”. Y el que vive en Cuba pregunta: ¿inamovible y hasta senadores y representantes norteamericanos aceptan que las cosas en Cuba se mueven, cambian, y militantes dizque de izquierda acusan al gobierno de Raúl Castro de ir hacia el capitalismo? Además, por un escrúpulo metodológico, ningún juicio sobre Cuba que soslaye considerar las limitaciones y prohibiciones que durante más de 50 años Washington le ha impuesto a la economía y a la sociedad cubanas, merece atención porque cuando usted pica una naranja al medio, para volverla a rehacer completamente tendrá que unir las dos tajadas.
¿Vive esa señora en Cuba? No lo sé. Pero acepto que cualquiera puede ganarse la vida como le exijan, o pueda. Es su negocio y su crédito. Y por tanto trataré de matizar su defensa de la república previa a1959 y posterior al 20 de mayo de 1902. A fin de cuentas, su nota despachada a Londres rememoraba el 20 de mayo, antigua fiesta patriótica, abolida por la revolución. Dijo la señora Regina Coyula:
“Como acabo de cumplir años (muchos), y alguna sabiduría debo haber adquirido, estoy convencida de que aquella república no fue tan mala como afirman en los nuevos libros de texto; era joven, inexperta, venía de una herencia hispana, tan dada a la corrupción y la molicie, pero era perfectible; no que ahora tenemos un socialismo irrevocable e inamovible, con secretismo y calamidad económica; con una falta de pluralismo tal que no coincidir con el pensamiento oficial se considera antipatriótico”.
Este periodista también he cumplido tantos años como ella, y guardo otros recuerdos, que me callo para que le responda algún intelectual de aquellos “tiempos perfectibles”. Antes reconozco que aquella república, surgida en la guerra por la independencia y frustrada por la intervención norteamericana, incubó un sentimiento enaltecedor: la inconformidad con su destino histórico. Cito, pues, para empezar, a Jorge Mañach, sutil intelecto, estilo magistral, político que osciló entre la derecha y la izquierda nacionalista. Murió en puerto Rico en 1961. En un artículo publicado en Acción el 21 de octubre de 1934, sostiene: “Lo que nosotros negábamos en el arte, en la poesía y en el pensamiento era lo que había servido para expresar un mundo vacío ya de sustancia, vacío de dignidad y de nobleza. Negábamos el sentimentalismo plañidero, el civismo hipócrita, los discursos sin médula social o política, el popularismo plebeyo y regalón: en fin, todo lo que constituía aquel simulacro de república, aquella ilusión de nacionalidad en un pueblo colonizado y humillado”.* Enrique de la Osa, uno de los periodistas más audaces, valientes y progresistas de su época, que en su sección En Cuba semanalmente extendía un lienzo de la política corrupta y la pobreza de la “república perfectible”, insertó en Bohemia del 2 de junio de 1946 la nota "Sangre en el campo". “El hecho ocurrió en el realengo Vínculo, cerca de Guantánamo, el 17 de mayo. Trabajaba la tierra el campesino precarista Niceto Pérez, guataqueando en el platanal de la finca, cuando oyó voces que lo llamaban. Al levantar la cabeza, recibió un balazo en el pecho. Antes de una hora había muerto. Los agresores escaparon. Al escuchar el disparo, su esposa corrió hacia él para socorrerlo, y recibió las últimas palabra, que fueron estas: ¡Los Mancebo y la guardia rural me han matado…!” Mancebo,aclaro, era un señor geófago, jefe del clan que su apellido identificaba.
En el diario El Mundo, El 25 de enero de 1953, Ernesto Ardura, sin ningún nexo con los comunistas, insertó un artículo titulado "Oración en silencio". Este párrafo también nos ilustra aquella “república perfectible”, que cada día derivaba hacia la imperfección: “Una oración es un acto de fe, y sólo una fe indesmayable en la libertad puede salvar al pueblo cubano en las circunstancias por que atraviesa. Orar en silencio, en el centenario de José Martí, es abstraerse de la realidad inmediata, para pensar en aquella gran república que él concibiera. Es como decirle a José Martí: Bien sabemos que la realidad de hoy es la negación de tu mensaje civil, pero llevamos tu recuerdo y tu enseñanza en el corazón y lucharemos porque tus ideales tengan definitiva realización en la ida cubana”.
A veces se olvida con mucha premura, porque el enjuiciamiento del pasado también depende de la posición social de ayer, y de la ideología y los intereses del presente. Y citaré la encuesta que la Agrupación Católica Universitaria (ACU), titulada Por qué reforma agraria, aplicó entre la población rural de Cuba entre 1956 y 1957. El doctor José Ignacio Lazaga, psicólogo prominente y en aquellos años respetable laico católico, dijo en la presentación –especie de prólogo- del folleto donde se publicó la indagatoria: “En todos mis recorridos por países de Europa, América y África, pocas veces encontré campesinos que vivieran más miserablemente que el trabajador agrícola cubano”. El doctor Lazaga describe en otro de sus párrafos: “La ciudad de La Habana está viviendo una época de extraordinaria prosperidad mientras que el campo, y especialmente los trabajadores agrícolas, están viviendo en condiciones de estancamiento, miseria y desesperación difíciles de creer.” Y esa situación se ilustraba con el siguiente dato: “La población trabajadora agrícola que se puede calcular en 350, 000 trabajadores y dos millones cien mil personas, solo tiene un ingreso anual de 190 millones de pesos. Es decir, que a pesar de constituir el 34 % de la población, sólo tiene el 10 % de los ingresos nacionales”.
La encuesta, que conservo en mi archivo, es una de las pruebas más exactas e indubitables de aquella “república perfectible” caracterizada por la imperfección. Se aplicó para advertir al gobierno de Batista de que si la injusticia seguía señoreando en los campos de Cuba, “el comunismo” tendría oportunidad de dominar la nación. Los organizadores –muchos de los cuales emigraron posteriormente, al triunfo de la revolución, confrontaron sus datos con los del censo nacional de población y vivienda, de 1953. Por ejemplo el muestreo de la ACU registró que el 89.84 % de los encuestados se alumbraban con luz brillante, es decir kerosina, y en el censo aparecía 85.53%. Y si el 88.52% bebía agua de pozo, el censo rondaba la cifra con 83.59%.
En el aspecto de la alimentación de los pobladores de las zonas rurales bastan estos números: “Solo un 4% menciona la carne como alimento integrante de su ración habitual. En cuanto al pescado es reportado por menos del 1%. Los huevos son consumidos por un 2.12% de los trabajadores agrícolas y solo toma leche un 11.22%. En cuanto a la salud, “presuntamente un 14 % padece o ha padecido de tuberculosis”.
Son disímiles los textos que desmienten los calificativos de envidiable y boyante, asignados a la economía cubana antes de l959. Las memorias del censo agrícola de 1946 acusan la dependencia económica, la concentración de la propiedad y la injerencia extranjera en nuestra economía. Este censo demuestra que “los propietarios de más de 500 hectáreas sólo representaban el 1,5 % del número de fincas y eran poseedores del 41.7% de la superficie total”. A la economía cubana de esos años habrá que añadirle el monocultivo, que convertía a la república en país monoexportador, pues en 1948, según escribió el experto Raúl Cepero Bonilla en el periódico Tiempo en Cuba, el azúcar componía el 80% de las exportaciones cubanas. En suma, supeditación a un producto, con todo lo que ello implicaba de retraso industrial y agrario, y el sometimiento al fundamental mercado de los Estados Unidos, con su secuela de dependencia política y económica.
No suponen una república próspera los automóviles del último año, lujosos hoteles y casinos administrados por la mafia norteamericana – ¿o no lo confirma la residencia permanente de Mayer Lanski, George Raft, y hasta de Lucky Luciano por unos meses en Cuba?-. Más bien, como dije, esa valoración parte de la clase media y alta, compuesta la última por 550 grandes propietarios, según el diccionario Los propietarios en Cuba en 1958, de Guillermo Jiménez y publicado por la Editorial de Ciencias Sociales en 2008.
La nota de Regina Coyula, al parecer nueva colaboradora de la BBC, obliga a echar de menos al excorresponsal Fernando Rasvberg. Reconozco que cumplía con profesionalidad. Podrías estar en desacuerdo, pero él argumentaba, no mentía manipulando verdades, y en varios aspectos sus juicios eran razonables. Quizás la BBC tendrá que aprender que un grito no articula una voz; tampoco una nota desafinada se convierte en una canción. Ni todo tiempo pasado necesariamente tiene que ser mejor.
*Los subrayados en cursiva pertenecen al autor de este artículo
17 comentarios
Yosiel -
Fecha: 29/05/2014 12:26.
Fecha: 29/05/2014 12:31.
Misericordia -
El resultado de la Campaña de alfabetización en 1961, fue el siguiente: 979 207 analfabetos localizados, 707 212 alfabetizados; lo que ofrecía un saldo de 3,9 por ciento de analfabetismo residual sobre la población total.
La prioridad concedida por el Gobierno cubano a la educación a partir del triunfo de la Revolución se refleja claramente en el gráfico siguiente, donde se recoge la evolución del presupuesto dedicado a la educación de 1959 al 2002.
La educación en Cuba está regida por dos Ministerios: el Ministerio de Educación y el Ministerio de Educación Superior.
Cuba cuenta con:
1 113 Círculos Infantiles con capacidad para 149 100 niños
9 401 Escuelas Primarias
1 966 Centros de Educación Media (incluye secundaria básica, preuniversitario, enseñanza técnica y profesional, y formación de personal pedagógico)
195 500 trabajadores vinculados a la actividad docente.
Una matrícula en el curso 2001-2002 de 2 242 300 estudiantes entre todos los niveles, de los cuales 342 400 son internos.
Personal docente por mil habitantes 17,6
Habitantes por maestro 43
Alumnos por maestros (educación media) 11,5
Alumnos por profesor (educación superior) 4,7
Tasa de escolarización primaria 100%
Tasa de escolarización secundaria 99.7%
El país se encuentra entre los únicos estados donde todos sus niños alcanzan el quinto grado.
Cuba tiene el privilegio exclusivo de poseer un televisor en cada aula, dos canales educativos y más de 200 programas de computación para enseñar diferentes materias, con un enfoque pedagógico.
La Isla es reconocida por ser la de mayor cantidad de docentes per cápita a escala global.
Además, en Cuba existen 62 establecimientos de nivel universitario, de los cuales 17 pertenecen al Ministerio de Educación superior, 16 al Ministerio de Educación, 14 al Ministerio de Salud Pública y 15 a otros organismos.
Las instituciones de educación superior cuentan con 20 753 profesores universitarios a tiempo completo y 1 934 profesores adjuntos a tiempo parcial.
Universidades oficiales que existían al triunfo de la Revolución:
La Universidad de La Habana fundada en 1728, la de Oriente creada en 1947 y la Central de Las Villas en 1952 constituyeron las tres únicas universidades.
Número de maestros y profesores en ejercicio de los que el país dispone en la actualidad: 222 mil 286.
Número total de trabajadores en el sector de la educación, docentes y no docentes: 433 mil 200.
Número de centros educativos: 13 mil 343.
Clementina -
Mucho se habla y divulga por los Medios en nuestro país, sobre los logros obtenidos por la mujer cubana después de la revolución. Pero de lo que no se dice ni una sola palabra al respecto, es sobre las ventajas sociales, políticas y económicas alcanzadas por nuestra población femenina antes del año mil novecientos cincuenta y nueve del pasado siglo.
Para ello vamos a remitirnos a algunos datos muy reveladores del Censo de Población y Electoral de 1953, último realizado durante la República, publicado y editado por P. Fernández y Cía. Estos censos se realizaban aproximadamente cada diez años.
Población total del país: 5, 829,029 (2, 985,156 varones y 2, 843,874 hembras).
Asistencia a la escuela de 5 a 24 años: (428, 334 varones y 411, 861 hembras).
Ultimo grado aprobado: Bachilleres 88,562 (54,121 varones y 34,441 hembras). Universitarios 53, 464 (35,967 varones y 17,497 hembras). Existía un promedio de 3,8 universitarios por cada 1000 habitantes. Cuba ocupaba los primeros en lugares en Iberoamérica junto con Argentina, México y Uruguay.
Como dato interesante podemos decir que, en el año mil novecientos cuarenta todos los que ejercían el magisterio eran titulados, condición única entre todos los países de América Latina.
Nuestro país contaba entonces con uno de los índices más bajos de analfabetismo en nuestro continente: 23,6% (41,7% rural y 11,8 urbano).
Asimismo, podemos señalar que Cuba pasó a ser en el año mil novecientos dieciocho, el primer país en Latinoamérica en reconocer el derecho al divorcio de parejas en conflicto. También debemos agregar que en la Constitución de mil novecientos cuarenta, se reconoce por primera vez en Iberoamérica, el derecho al voto de la mujer, la igualdad entre ambos sexos, el derecho de la mujer al trabajo, el derecho a abrirse cuenta bancaria y a hacerse pasaporte, además de otorgársele la potestad sobre sus hijos.
De la población económicamente activa, en mil novecientos cincuenta y tres el 22% lo integraban féminas, además de contar con una fuerza de trabajo en labores profesionales, donde el 16% eran mujeres y el 3% varones.
Como se puede observar claramente en estas estadísticas, la participación de la mujer se hacía cada vez más presente.
Para ello, es bueno destacar que en la misma medida que se hacía más activa esta participación del sexo débil en la vida del país, se fueron implementando servicios de mensajería a domicilio, tales como la entrega de leche, pan, agua mineral, facturas de alimentos, productos farmacéuticos, tintorería, lavandería, etcétera, que aliviaban extraordinariamente a la mujer en sus labores domésticas, pudiendo dedicar más tiempo a la atención del hogar y a la educación de sus hijos.
Creo, sin temor a equivocarme, que podemos asegurar que ya la mujer cubana había sido liberada en la etapa republicana, y su igualdad de derechos cívicos, sociales, políticos y laborales estaban en pleno ascenso.
Fitina -
Eladio -
caro -
sexto -
Sexto -
caro -
El Oriental -
El camagüeyano -
El Oriental -
Tupac Amaro -
Perez Gil -
Normal Espinosa -
Barbarito -
Eladio Silven -