¿POR QUÉ NO SE PUEDE?
Luis Sexto
El llamado plural de modestia que, en esencia, implica lo opuesto, me exigiría a decir “notamos”. Pero como no sé si ustedes también lo notan, y como me gusta ser evidente responsable de cuanto digo, noto que persiste la tendencia a recortar el lenguaje de las relaciones sociales, en particular, las relativas a lo administrativo, legal, incluso lo político. Me referiré a una frase que ha venido sustituyendo a mil palabras en determinadas situaciones. Que usted quiere pasar por una puerta de las tantas que la tienda o el hotel tienen, y el portero, que se ha convertido en Cuba en todo un potentado -porque decide si usted entra o no entra-, le dice: no se puede. Al menos, por esa no; por esta. Y le señala la única abierta. Casi monosilábicamente, el no se puede se ha convertido sin decolorarse en el argumento más empleado ante cualquier pregunta, gestión, deseo, inquietud. No dudo que haya actos que no se puedan ejecutar, ni decisiones que no se deban tomar. Está claro. Si pregunto: puedo robar, me dirán sin necesidad de mayor explicación, que no se puede. Y si quiero perjudicar a mi vecino, o golpear a mi mujer, me dirán que no se puede. ¿Harán falta más explicaciones? Pero nuestra sociedad, obrando en legítima defensa, instituyó en cierto momento una carga de normas prohibitivas (yo diría que a veces excesivas, con lo cual se redujo el ámbito de la legalidad, mas esa sería otra discusión). Y ante ciertas dudas o interrogantes, el no se puede no basta para satisfacer la inquietud o la falta de comprensión de la ley o la medida. ¿Por qué, por ejemplo, hasta hace unos meses, un cubano no podía vender su vivienda? Quienes respondían alguna vez, no intentaban convencer con razones del porqué la casa, aunque propia, no se podía vender. Cierta vez, en una entrevista, le dirigí esa pregunta a un asesor legal del Instituto de la Vivienda, y me respondió con la misma frase sacramental: Porque no se puede. Como el cuento de la buena pipa.
Lo que quiero decir, en suma, es que personas están confunden lo administrativo y lo político, incluso los separan. Existen reglas o prohibiciones administrativas o de gobierno que requieren de la fundamentación y la explicación políticas. Pongamos otro ejemplo. Abierta recientemente la venta de automóviles nuevos, la lista de precios ha suscitado una reacción de alarma, de inconformidad entre los que pueden comprarlos e, incluso, entre los que no pueden. Quizás sean explicables los precios si uno tiene en cuenta las circunstancias económicas desfavorables en que el país país legisla y concreta su traformación, o la necesidad de importar los autos, o cierta cantidad de dinero acumulado en pocas manos, o el estado de la red vial, el combustible básicamente de importación. Pero el que alguien pueda explicarse estos precios, que estimo temporales, no implica que no se expliquen públicamente por los que los han decidido. Por ello, me parece que el mayor problema de esos precios, no consiste en que sean elevados, sino en que les ha faltado el acompañamiento político mediante la exposición de las causas de esos precios.
Nuestra sociedad se apoya en el consenso. Y el consenso se conquista mediante la argumentación. La política, según una antigua raíz, es la ciencia –digamos- que se ocupa de los asuntos de la polis, es decir, de la ciudad. Lo político, sobre todo, en una sociedad que urge de la comunión de todos sus miembros, pasa por la persuasión, la explicación, el esclarecimiento de cuanto no pueda ser comprendido de inmediato. En lo político no cabe la imposición sin que, como mínimo, se haya demostrado su necesidad. En lo político no es inteligente el regaño, o la presión. Hablamos de la buena política. De la mala ya sabemos a donde conduce.
Me perdonan si he parecido didáctico. Carezco de diplomas y jerarquía, y me sobra el respeto por cuanto no me concierne. Soy solo un comentarista que no ha renunciado a opinar. Y tampoco ha minimizado su derecho a estar convencido de aquello que debe o no debe hacer.
22 comentarios
julian -
¿Se han hecho buenas, buenísimas acciones desde 1959?
SI, SE HAN HECHO
¿Se han hecha malas, malísimas acciones desde 1959?
SI, SE HAN HECHO.
Somos seres humanos, TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS LO SOMOS.
Hacemos buenas y malas acciones, a veces sin querer y otras por incapacidad mental, y otras incluso por maldad.
Pero eso es precisamente porque somos personas. Tenemos que seguir adelante, tenemos que cambiar, no con los tiempos, sino para mejorar nuestra vida.
En sentido general, son mucho mas los pros que los contras en nuestro país.
LO que hace falta es no hacer tanto daño y arrimar el hombro TODOS JUNTOS
ESO ES LO QUE HACE FALTA
Joseph -
Daniel Franco -
Lo que no se podia y ahora se puede vienbenido, pero no es laudable estar amargados por lo que paso y querer justificarlo todo con los errors del pasado.
Los revolucionarios se irritant porque hace 500 anos Espana vino a colonizer estas tierras y los que no simpatizan con el gob. se irritant por lo que paso hace 55 anos.
Lo justo es reconocer que los gobernates son responsables de los aciertos y fracasos en la conduccion del pais.
Tenemos que recorder que en el arco de la verdad todos tenemos un pedacito y nadie tiene la verdad absoluta.
Sexto -
Tomás Núñez -
Bernabe -
Tomás Núñez -
Rodrigo -
juan escandell -
Jeremías -
juan escandell -
Tomás Núñez -
juan escandell -
juan escandell -
juan escandell -
juan escandell -
Pudiera usted decirme Don Luis por que "no se puede" decir el resultado de la votación en la Asamblea Nacional sobre el Codigo de Trabajo y solo expresar que se aprobó por mayoría? le confieso que me sorprendio usted sabe que en nuestra isla todo se aprueba por "unanimidad".Pero creo era mas transparente decir cuantos diputados lo aprobaron, cuantos se opusieron y cuantos se abstuvieron.
juan escandell -
Lidia Bueno -
Blas Anaya -
juan escandell -
don Luis una sencilla pregunta: alguien cuestiono como inconstitucional varios decretos como el que prohibia que los orientales no podían tener residencia en la Habana, o como cuando se prohibia la entrada de los cubanos a los hoteles? (siempre recuerdo el poema de Guillen de : tengo lo que tenia que tener)
caro -
Daniel Franco -