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PATRIA Y HUMANIDAD

ANDANDO SOBRE LO MOJADO

ANDANDO SOBRE LO MOJADO

Luis Sexto

En esencia, todo se reduce a una dicotomía: caridad o charity

La realidad cubana da muestras de una multiplicidad inagotable en sus posibilidades de ser dibujada de mil formas y colores por la cantidad de cabezas que la evocan y la interpretan. Precisando, hasta el  nacionalismo recobra ahora vigor y vigencia, porque algún teórico de buena voluntad estima que ha llegado la hora en que el dinero de los empresarios de origen cubano en el exterior pueda servir a Cuba desde una posición nacionalista, aunque no tengan afinidades con el socialismo. 

Dicho así, sabe a una cucharada de miel. Mas, para cuantos vivimos en el archipiélago, victimas también del constante hostigamiento de los sucesivos gobiernos de la Casa Blanca en lo económico, lo comercial, lo financiero e incluso hasta en lo militar, nos parece un tanto improbable, en las circunstancias presentes, que el empresariado cubano americano pueda invertir en Cuba, a pesar de la ley de 1995. Primeramente, todavía la emigración no ha perdido los perfiles políticamente trágicos que Washington le impuso haciéndola parecer, más que emigración, exilio. Exilio fue para unos, aquellos  que alentaron la esperanza de recuperar el poder perdido. Y los que crecieron o nacieron en los Estados Unidos, pudieron haber heredado-minoritaria o mayoritariamente, no lo sé-  la visión de sus padres: Algún día volveremos  a adueñaros de lo nuestro. En segundo término, el gentilicio de cubano americano no parece, a mi modo de ver, una garantía ni siquiera nacionalista. ¿De dónde provendrá el dinero? Resulta una quimera: el bloqueo les prohíbe invertir en Cuba un dinero  producido en los Estados Unidos.

Por otra cara,  esa propuesta adopta  para muchos cubanos del archipiélago el perfil de un caballo de Troya. Y esta última visión, que evidentemente está condicionada por el diferendo entre los Estados Unidos y la revolución cubana, hace perder  legitimidad  al gobierno de Cuba, a juicios de ciertos analistas, porque se niega  a ser  inclusiva. Cuba –dicen- ha de ser inclusiva, y una de sus manifestaciones será dar participación a los emigrantes en la vida interna del país. Justa parece en su formulación general, humana; pero miope en lo atinente a la praxis política, al no tener en cuenta la situación de inestabilidad que la injerencia de los Estados Unidos le impone a la sociedad cubana. Mientras haya fondos para promover la democracia a la norteamericana en Cuba, no los habrá para invertir en el archipiélago. El gobierno cubano y el consenso mayoritario  –y no vacilo en usar esta cantidad- que lo apoya, aunque cuantos lo sostienen expresen  inconformidad con los reajustes económicos y sobre todo estén descontentos con los desajustes acumulados, tienen que mantener incólume la posibilidad de defenderse en este litigio entre King Kong y Pulgarcito,  en el que el gigante exige “cambios” internos que convengan a la geopolítica de los Estados Unidos, y  la voluntad nacional por el contrario,  los realiza para echar base sólida al interés socialista.

Lo dicho puede parecer retórica pasada de moda.  ¿Y de retórica envejecida, que no añejada, no parte diariamente la Casa Blanca o el  Departamento de Estado o los núcleos beligerantes en Miami y Madrid? ¿Acaso pueden blasonar de una propuesta distinta, constructiva, que no sea la vuelta a la situación del día antes del primero de enero de 1959,  sin Batista, aunque nadie sabe  con qué émulo del retranquero de Banes?

Cada día, sin embargo,  se aprecia con más visión crítica que el socialismo que solo promueva el bienestar de quienes les son afines, debe encerrarse en los ganchos de la suspicacia. Ahora bien,  cuando hablamos de libertad parece que se logra el sintonizar con el extranjero satanizador. Pero hemos de también de poner en acción la suspicacia ante palabra tan recurrente y devaluada: libertad de quiénes y para qué propósitos. La propaganda política está basándose en una perversión del vocabulario. Ya no hay clases –se asegura-, pero de un lado están los ricos, los que más pueden y son los menos, y del otro, los pobres, los que menos pueden, y son los más. ¿Alguien puede negar la existencia de ambos sectores sociales, con sus matices intermedios? También  se ha acuñado de obsoletos a términos como socialización, independencia, o como justicia social. Según estos juicios, la posmodernidad, ese juguete teorético en medio de un planeta  en que varias de cuyas porciones respiran en la pre modernidad del subdesarrollo económico y la cultura ágrafa, ha determinado el “fin de la historia” y de las ideas políticas para invocar un nuevo dios: el mercado, que todo lo puede, incluso destruir el medio ambiente y seleccionar a los elegidos que sobrevivirán a la catástrofe.  

Esa es hoy, pues,  la realidad mundial, donde también el ahuecar a base de bombas y misiles a un país pequeño se llama ahora guerra humanitaria, y aprobar el congreso de un Estado  poderoso partidas millonarias para subvertir el gobierno de un país débil se nombra promoción de la democracia…

Y en estas circunstancias bracea el archipiélago cubano. Tras más de 50 años de poner a prueba los ideales  de la revolución de 1959,  estos necesitan renovarse frente a la adversidad y  los propios errores. Habrá, pues,  que proseguir el reordenamiento actual de la sociedad cubana para  generar riquezas y estabilidad económica y legitimarse ante los cubanos de dentro, mientras lo político también se transforma al descentralizarse la economía y cruzar la necesaria verticalidad operativa del Estado –necesario garante de la justicia y la equidad- con las líneas horizontales de un mayor control popular. La búsqueda del socialismo, sin modelos preestablecidos o fracasados, sin teorías que soslayen las características de nuestra época y las limitaciones impuestas por las circunstancias, es lo esencial hasta el momento, para preservar el programa martiano de “con todos y para el bien de todos”. El capitalismo, a pesar de su paisaje de eficiencia y efectividad,  nunca garantizó en cuba esa sociedad plural y justa que ciertas voces reclaman desde el extranjero y a veces desde el interior. Por el contrario, la concentración de la propiedad  agraria, industrial y habitacional, y el arbitrio de empresas norteamericanas, asesoradas con “nacionalistas” como Rafael Díaz Balart, abogado de la United Fruit,  mantuvieron polarizada la sociedad cubana entre los poseedores  y los despojados.

Por tanto, quienes en el extranjero desean, por patriotismo, ayudar a renovar la sociedad cubana, tendrán que aceptar que con Mac Donalds y “supermarquets”,  Cuba no se desarrolla. Lo hará libremente sin bloqueos y sin prohibiciones de créditos.  Ni siquiera con ventas de alimentos por empresas norteamericanas. El problema no consiste en que los Estados Unidos le vendan a Cuba, sino que el comercio fluya en doble dirección. Y aunque el conflicto migratorio se clarifique en su politización forzosa, el bienestar de todos y con todos tendrá que estar protegido  de la polarización de castas o clases poseedoras de la riqueza.

La caridad nos une, decimos ahora, y yo estoy de acuerdo. Pero la caridad que no sea sinónimo de limosna, la charity inglesa. Más bien, necesitamos la caridad evangélica que no agradezca a Dios que haya pobres, sino que se proponga hacerlos trascender la pobreza. Es decir, caridad que pueda traducirse como solidaridad, justicia social e  independencia. Lo demás equivaldría a pisar en falso. Y lo avizora el sacerdote y sociólogo belga François Houtart cuando recientemente alertó sobre que la ruina de la Cuba actual comenzaría si preparara el nicho y los pañales para el nacimiento de una burguesía. Y puede colegirse que si ello ocurriera la república se dividiría nuevamente contra si misma, aunque algunos pudieran satisfacer su conciencia repartiendo limosnas.

 

 

 

 

9 comentarios

Carlos -

Senor Alfonso, y que le ha resuelto el socialismo al mundo? Que resolvio en Europa del Este y en Korea del Norte, y en Cuba? Y por que con el mismo capitalismo, paises como Chile y Costa Rica y Brazil han desarrollado un nivel de vida decente. No culpe al capitalismo. El PRI no es capitalista y la corrupcion de los gobiernos mejicanos no tienen nada que ver con el sistema que impera. Al menos ustedes tienen la libertad de cambiar sus gobiernos cada cuatro anos y la de emprender empresas exitosas y mejorar. Es muy facil ser socialista en el capitalismo.

Daniel Noa -

Maestro....Una vez más su clara visión refleja sus pasos sobre este suelo cubano mojado...Gracias por ordenar ideas y facilitar a muchos una mejor comprensión de nuestra realidad...pero sobre todo, por contribuir al fortalecimiento de nuestra fé como debieran hacerlo muchas de nuestras instituciones y por regar con palabras sabias las flores de la esperanza para que no mueran y sean el mejor adorno de nuestra fé...Tan cerca de la visita de una figura de talla mundial como el Papa...ojalá la iglesia se sume también al trabajo de renovación de lo que de niño conocí como ¨las tres virtudes teologales: fé, esperanza y caridad...esa caridad que usted bien señala como ajena a la ¨charity¨ inglesa...Reciba aquí con estas palabras, un abrazo fraterno y mis mejores deseos de que tenga siempre salud, suerte y éxitos en todos sus empeños.

Jose Diaz -

Muy buen articulo Luis,comparto la opinion de luisa pereira es hora ya demos los pasos adelante para un acercamiento sin tanta politica y mas entendimientos entre todos los cubanos.Los cambios vendran es inevitable.

Morejon -

Si el sacerdote belga hubiese estado en Cuba en el ano 68,cuando despues de la "ofensiva revolucionaria",no quedo ni adonde amarrar la mula hubiese comprendido que la ruina llego en el 59,se materializo en el 68,se profundizo en el 70.y toco fondo en el 93 con el periodo especial,estos intelectuales de izquierda deberian de probar el picadillo de soya de cuando en vez

Alfonso Teijelo -

Señor Inojosa; lo invito a asomarse a México, donde impera la "democracia" y la libre empresa es dueña y señora de la vida económica. Si usted no está ciego, notará que en el país del hombre más rico del mundo, hay centenares de miles, por no decir millones, de personas que pasan hambre, que no tienen otra esperanza de sobrevida que no sea convertirse en carne de cañón de la delincuencia organizada, y que hay millones de "nini"; jóvenes sin posibilidades de estudio o trabajo... Gracias precisamente a la "sociedad de mercado". No; perdone, pero si un sistema no le resuelve nada a la gente, es precisamente el capitalismo; si no, pregúntele a los millones de "Indignados" que toman las calles hoy en día en el mndo entero. Gracias.

Elvira Pereira -

Seria muy positivo si se dejara de hablar de renovarse de la adversidad y los errores y de una vez se allanara el camino hacia las reformas que permitan que el individuo con sus iniciativas y recursos se abra paso y prospere,las experiencias de otros sistemas como el caso de China y viet Nam son relevantes,de haber vivido en la hambruna y la extrema pobreza sus economias hoy dia son excelentes y el nivel de vida de sus gentes es impresionante,aceleremos pues esos cambios,pues ha quedado demostrado que con esos modelos centralizados lo unico que se reparte es la pobreza,aspiremos a mantener los logros sociales de la revolucion y abramos el camino para que todos podamos tomar parte en este proceso de apertura,muchos cubanos pudieramos cooperar,el dia que dejen atras la suspicacia y la desconfianza volveremos a ser hermanos en una patria para todos y por el bien de todos,no desechemos la experiencia y la laboriosidad de los que han triunfado cuando partiendo de cero lograron re- encaminar sus vidas y lograron prosperidad y triunfos en tierras ajenas

Gildo Inojosa -

Lo que si es evidente para todos es que si algun dia quieren poder desarrollar de veras al pais,la unica opcion viable es la de permitir el regreso del capital,la libre empresa y la economia de mercado,ya esta mas que demostrado que con formulas socialistas y planificacion solo miseria y pobreza se genera,justicia social debe haber,pero los hombres de empresa son los que sacan adelante los paises,mientras no sea asi seguiremos en los experimentos y en las vacas flacas,duelale a quien le duela ,esta bien claro que con timbiriches y paladares no habra riqueza ni desarollo jamas,hacen falta duenos,mientra mas existan mas rapido sera el desarrollo

Juan Criollo -

Interesante articulo, primera vez que entro en esta pagina y me ha impresionado mucho.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice, pero tambien coincido con el comentario anyerios, en que hay que buscar solucionar el diferendo con EU. sobre la base de ambos hacer concesiones y sin que ninguno crea tener la verdad absoluta.

Roberto -

Interesante y polemico articulo como todos los suyos Luis. Para empezar creo que son razonables los sentimientos de los antiguos duenos de negocios cuando la nacionalizacion borro de un golpe lo que para muchos significo anos de sacrificio y trabajo. Hoy pienso que hubiera sido mucho mas inteligente desarrollar los cambios sociales sobre la base de la economia cubana existente en el 59 que desbaratarlo todo de golpe. Al final desgraciadamente Cuba no ha logrado la independencia economica, antier fueron los EU, ayer la URSS, hoy Venezuela pero siempre hemos dependido de alguien con una tonica u otra. La inversion de capital cubano en la Isla seria una buena opcion tanto para los de afuera como para los de dentro. Cuba necesita deseperadamente de inversionistas para salir adelante, si bien, como Ud. dice, con Macdonalds y supermarkets no iremos muy lejos tampoco lo haremos con los paladares y timbiriches actuales. Creo que el restablecimiento de relaciones normales con los EU es muy importante para el futuro de Cuba, no soy anexionista ni mucho menos pero en algun momento alguien tendra que sentarse en la mesa de negociaciones y hacer conseciones de ambas partes para lograrlo.