QUIEREN ESCRIBIR Y LES SALE ESPUMA
Por Luis Sexto
A El Nuevo Herald –ya bastante viejo en su trompetería contra el gobierno revolucionario cubano- le pareció que el informe central al Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, que no discurso, señor redactor, fue leído por Raúl Castro “con aire severo y a menudo iracundo” al atacar “duramente el sábado las fallas del país”.
Un periódico es… eso: un papel o un cristal donde se construye una realidad mediante una ideología profesional, política, filosófica, clasista, incluso en numerosos ejemplos, crematística. Y como a El Herald le asiste el derecho de decir, también puede decir este periodista, que nunca ha escrito en periódicos como ese medio -ya condenado a morir por su incapacidad de atraer lectores-, órgano oficioso de los intereses más anticubanos de ex propietarios, ex batistianos, ex derrotados de Bahía de Cochinos y logreros de las nuevas hornadas de “exiliados”.
Este observador del lado de acá de la barricada, se pregunta en qué tono podría el presidente cubano hacer el análisis de los problemas de cuya solución depende el destino de millones de cubanos y la supervivencia de la nación. Pero, quiero aclarar, que mientras Raúl leía el texto, me parecía que lo acompañaba la seriedad que el momento y las circunstancias exigían. Nada de iracundia, ni severidad. Porque hubiera sido la negación de la política de unidad nacional que el informe difundía. Ante muchos párrafos sonreí. Y luego de terminada la trasmisión, varios amigos me llamaron por teléfono, y entre risas de alegría celebramos “ese iracundo”informe, según el Herald, cuyo lenguaje y tono eran los que esperábamos: la seriedad y la seguridad. Porque no se puede curar el daño con remedio indeciso o torpe, ni anunciar la pelea por la rectificación de los errores mediante los mismos términos de consignas y retórica vacua que el Sexto Congreso intentará dejar atrás. El carisma de Raúl no consiste en agradar con un lenguaje melifluo; mas bien su carisma reside en su capacidad de ser sincero y creíble.
Reímos, sí, de satisfacción mis amigos y yo.. Porque Raúl Castro habló en el congreso como esperábamos y merecíamos los cubanos más comprometidos con la historia, el presente y el futuro de Cuba: con palabras claras para reconocer los errores, y la moral necesaria para criticar y autocriticarse, y la suficiente audacia para modificar, actualizar y modernizar a un país que no merece volver a caer bajo los intereses egoístas de unos pocos terratenientes, mafiosos e inversionistas estadounidenses, y mucho menos ubicar la oficina secreta del palacio presidencial en la embajada de los Estados Unidos en La Habana.
Los cubanos honrados reímos esperanzados y aplaudimos sin desconocer lo complejo del cambio. El Nuevo Herald, truena, pero se le oye como un bramido de frustración.
5 comentarios
Fabian Pacheco Casanova -
me encuentro un dama enferma
la queja la inutiliza
la pena la martiza.
Pregunto que es lo que pasa
me dice que esta muy sola
que las penas se le aflojan
por descuidada y maldita
al responder llorona.
le tiendo la mano firme
el levantar sus pesares
son mis mayores lunares
reconocer su congoja.
De vuelta a mi lugar
la mano quiero estender
la vieja con mal afan
rechasa mi sano empe~no
diciendo quiero morir
por las penas que me embrollan.
Dificil el disuadir
a la mujer con sus penas
ella reclama morir
sentada en la silla roja.
iracunda siempre tiesa
con palabras borrascosas
acusa y se despentroca
el cumplir lo que ofrecio
siendo como cantor
hasta su fin disponer,
del cuento su silla roja...
Fabian Pacheco Casanova
Fabian Pacheco Casanova -
Fabian Pacheco Casanova -
pertenencias, y mucho menos lo chantagearan' exigiendole unas monedas para dejarle pasar lo que pueda traer de Cuba...Por tanto en este punto de respuesta a algunos parrafos de sus "buenos deseos" estimo que rectificacion no necesita, pero YO le diria, podria preguntarsele a CHILE, Uruguay, Peru etc como le van con esas inversiones y negocios con los mafiosos?...Fabian Pacheco Casanova...
Fabian Pacheco Casanova -
Fabian Pacheco Casanova -