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PATRIA Y HUMANIDAD

TINTO EN CAFÉ

TINTO EN CAFÉ

Por Luis Sexto

Por primera vez bebí café solo, sin leche, a los 20 años. Todavía investigo la causa del rechazo que desde la niñez me apartó del gusto unánime de mis compatriotas. Y es una suerte que el café no tiña. Si lo hiciera, los cubanos estaríamos tintos, retintos, por dentro. Alguien se atrevió a calcular los tanques que en 1960 se bebían en Cuba, y según publicó la revista Bohemia, la cuenta se voló la cerca de los cinco mil millones de tazas anuales. Unas tres diarias por persona, en una población que contaba la mitad de las bocas del presente: seis millones.

Quizás sea un récord, o tal vez solo un promedio pasable. Posiblemente hoy, a pesar de la cuota regida por una mínima norma, el per cápita sea mayor, en una hipérbole aditiva que nadie osa estimar, porque los caminos del café, a pesar de las restricciones productivas y distributivas, curvean, descienden, discurren en un itinerario tan subrepticio que no se le ve ni el olor. Lo que sí me parece exclusivo, único, insuperable, es la definición que del café compuso un cubano. En uno de sus textos sobre América Latina –cuyo título y fecha no recuerdo, ni me levantó a confirmar-, José Martí lo llamó “la mejor forma del oro”. ¿La aceptará el Guinnes? ¡Quién sabe! Sabemos, sin embargo, que los libros de historia ya aceptaron un dato fundamental en la relación de Cuba con el café: la fecha del encuentro.

José Antonio Gelabert era un jerifalte español cuyos dedos contaban las finanzas de la colonia. Un día de 1748, al regresar de un viaje a Santo Domingo, desembarcó consigo un cafeto, extendido por el Caribe gracias a un oficial francés de apellido Descliuex que lo trajo a Martinica desde los invernaderos reales en París. Gelabert la plantó en su finca del Wajay, a unos 20 kilómetros al sur de La Habana. Los primeros frutos los utilizó para fabricar un jarabe aguardentoso que, en lugar de emborrachar, se expendía en las boticas contra la embriaguez, la somnolencia y la jaqueca. Todavía el chocolate calentaba el gusto social de los cubanos. La hora del café como infusión básica, predominante, se colgará de los relojes criollos medio siglo más tarde, cuando Cuba ponga sobre la mesa del mundo, además del azúcar, el polvo negro.

El Wajay celebra y defiende su primacía cafetalera. Y con certeza. Ninguno de los biógrafos de la Coffea arábiga en Cuba, o los que han mencionado la planta y su primigenio asiento cubano, duda del papel traslaticio de Gelabert. Ni Calcagno en su diccionario, ni Pérez de la Riva en su monografía, ni otros autores, según comprobó Gonzalo Salas, experto en papelería espolvoreada por el tiempo, discrepan en los nombres y números primordiales de la crónica de cómo y cuándo llegó el café a nuestro archipiélago.

El Wajay recuperó en la década de 1980 las fiestas del café, para celebrar su prelatura caficultora. Allí sostienen que una casona antigua –la vivienda del cafetal La Aurora- pervive, entre la ruina y la utilidad, como el despojo de la finca donde creció el primer cafeto. Esa es una creencia tradicional, popular. Me introduje en la biblioteca del pueblo, donde los apuntes inéditos de Gandarilla, historiador de la localidad, establecen que La Aurora no perteneció al introductor del café, ni esa casa se edificó en el siglo XVIII, sino en el XIX. En cambio, las tierras de Gelabert aparecen en el censo de 1767, atendidas por el mayoral Antonio Hernández y Petronila Ortiz, su mujer, y ubicadas al oeste del Wajay, en la porción que, de acuerdo con ciertas opiniones demasiado largas, perteneció más de cien años después al ex presidente Alfredo Zayas.   

 Estuve un día en el Wajay, y luego otra jornada en Santiago de las Vegas, y varias semanas la invertí en lecturas y consultas, para precisar estos detalles cafeteros. La vida necesita de la contradicción. Es natural la paradoja. Porque, yo que tomé café por primera vez a los 20 años, he querido llegar al fondo, que es el inicio, del reinado de esa bebida cuyo volumen activo, ya sea en el negro, amargo y legítimo fluido, o en el ficticio cafué, el grosero cafuá, o el insultante cafunga, nadie podría evaluar hoy con exacta apreciación. Solo sé que lo bebo sin dominio de mi tendencia. Al concluir estas líneas, he ingerido casi una jarra. Ah, por si acaso alguien me invita, me gusta fuerte, aunque no severamente amargo. (Del libro Con Judy en un cine de La Habana)


11 comentarios

100 % Gusano -

Pues mucho billete que yo levanté en el 90ypico vendiendo en el mercado negro el café de Marilyn, mezclandolo con chícharos tostados.
Gracias a la libreta de abastecimiento, los clientes no lo querían puro, les sabía mal.
Ahora, cuando algun amigo viaja a Cuba y me pregunta qué me traerá, le digo: ni café ni habana club.

Para mi:
Recién molido
Expreso
Una de azucar

Fabian Pacheco Casanova -

>>>Deja hablar a tu pueblo y no intimides con tus parcas palabras, Si todo ha sido tan justo y bueno porque solo Uds., un hombre, una familia, una partido politico pueden hablar y no permiten que ni el periodista justo equilibrado e imparcial , ni el neofito, ni el PUEBLO hable?.... TRAIDORES represivos y intreguistas al mejor postor que les de migajas para seguir oprimiendo un pueblo, ahora de seguro eres Venezolano, recibiendo de regalado lo que pertenece al pueblo Venezolano , de seguro ya tienes la camiceta con la efingie de PUTIN preparada y Manana sera la del satrapa de CHINA.....TRAIDORES....Fabian Pacheco Casanova....IN GOD WE TRUST.....F/P/C/.

Fabian Pacheco Casanova -

>>>>Aqui tenemos de nuevo al Terrorista fundamentalista de nuevo intimidando, negando la VERDAD de un pueblo sufrido O QUERIENDO que todos sean como el; Un esbirro irracional DOGMATICO sin argumentos valederos para defender la PORQURIA de 50 anos.... Di tu verdades, si alguna quedan en turesago de intransigente Fundamentalista atrofiado;- Y DEJAME DECIR LAS MIAS Y LAS DE MI PUEBLO....Fabian Pacheco Casanova.....EX-preso politico # 27088....

Alonso -

Cortar por lo sano, Sexto.

Mis respetos.

Alonso -

Se solicita Webmaster para este blog, salario comensurable con el sentido común y buen gusto.

Urge.

Fabian Pacheco Casanova -

>>>Siento placer en que Ud. Srta. Marilyn la haya pasado bien, pero no asi mi hija de 10 anos que por ser hija de un convicto contra revolucionario y sus padres (Madre Y Padrastro) tratar de irse del pais o fugarse del paraiso castrista, siempre le tocoba los trabajos al SOL, de rodillas y otros pesares que creo "ERAN IMPUESTOS por pura coincidencia", Si Ud. Me permite Srta. DONDE esas locas, descabelladas medidas economicas sirvieron a la NACION o riendieron Frutos????.. Ahi creo hay enga~o o quizas desconocimiento de lo criminal y estupido del que solo en el pensaba; y me refiero al que las crisi crea para despues el propio con artimanas y gran maldad enmendarla, claro con el sacrificio y la humillacion de otros.... Mis sinceros saludos... Fabian Pacheco Casanova..... EX-preso politico # 27088.... In GOD we trust...F/P/C/.

Marilyn -

Sr. Fabián esa es su anécdota, yo disfruté mucho las recogidas de café en San Andrés,La Palm'; en Valle Ancón, Viñales, quemamos etapas muy lindas cuando nos llevaban movilizados al lomerío como parte del plan la Escuela al Campo, Mucha experiencia adquirida, amigos de intercambios de cubiertos, meriendas, cantimploras con agua...en fin, pensábamos mucho en el nosotros. Fueron acciones que necesitaba nuestra economía entonces, y sinceramente, las recuerdo con mucho cariño, quizás por eso me gusta tanto el café y no amargo.

Fabian Pacheco Casanova -

...Espero a la Srta. Marilyn de algo sirva mi relato; aun de seguro no le sera del todo AMENO, cosa que sentiria.......Fabian...

Fabian Pacheco Casanova -

>>>>Recuerdo cuando sali' de Cuba quedo prendado mi corazon de la ultima tazita de cafe que colo' con mil trabajos Nelida...La tomo sorbito a sorbito esperando nunca mas tomar mi cafe cubano... Un Fuerte Abrazo y la despedida final, en mi taza deje un sorvo, ella me mira fijamente me besa o la beso, y con lagrimas en nuestros hojos sin decir nada sin una palabra de por medio, haciendo como destrabar su delicada mandibula de un tiron se toma el poquito que yo deje...Las cinco onzas de cafe por persona cuando venia a la bodega por mes no era suficiente para el cafe con leche; Leche clandestina que yo le conseguia para los ninos.....Fabian Pacheco Casanova,.....

Marilyn -

Muy lindo y exacto el texto,como digerible es una degustación tempranera solo y acompañado, es delicioso te lo aseguro y si ese grano procedió de nuestras zonas montañosas de Viñales o La Palma, mejor. Tú visitas mucho la península, pero en nuestro lomerío del plan Turquino muy bueno se da el grano, y va y a ese, luego de su proceso industrial, te da por tomarlo con leche, siempre hay una primera vez.Me contarás entonces. Saludos.

Jimmy -

Ameno relato sobre el nectar negro de los dioses blancos. Yo lo prefiero cortadito y bien amargo. Salud y provecho.