EL COLOR DEL CRISTAL
Luis Sexto
A veces me sorprende la duda, aunque no me asusto. Los latinos –también algún filósofo escolático- repetían una máxima que confirmaban el papel constructivo de la duda: “In dubium, veritas”. Esto es, en la duda está la verdad. Por tanto me escudo tras el latinazo para no levantar ninguna suspicacia.
Dudo, pues, de que todos estemos convencidos de que no solo con apelaciones políticas y éticas podamos superar las circunstancias precarias en que se desarrolla nuestra sociedad. Dudo, incluso, de que todos estemos convencidos de que, en efecto, afrontamos una existencia material empobrecida, limitada y limitadora. La experiencia nos remite a otra antigua máxima, esta vez en español: De la feria hablamos según nos va en ella. O, mejor, todo es del color del cristal con que se mira. Y a colores suaves, refrescantes, optimistas les tengo pavor: pueden estar enmascarando una realidad que no admite ser soslayada o adulterada.
Pertenezco al conglomerado de los que creen en la ética, incluso en lo que hemos llamado trabajo político, que a veces evidentemente cuesta demasiado “trabajo”, porque uno le echa de menos o lo percibe ineficaz, pero, eso, por hoy, es otro asunto. Reconozco el papel de la ética, de su acción guiadora y modificadora de la conducta humana. Mas la ética no es código de general atribución. Influye en unos –esos que podrían componer “la vanguardia”- a contrapelo de las situaciones adversas. Pero para ejercer algún papel masivo hace falta una base, un seguro lecho material para que se pueda asumir la ética como una norma, salvo que se imponga por la violencia física o estructural.
Vengamos a la realidad: ¿Podríamos pedir a todos los trabajadores que sean eficientes, disciplinados, productivos a pesar de que objetivamente sus salarios poco se relacionan con el costo de la vida y con su destino general? Claro, podríamos convocar a la perfección sin estímulos. Ahora bien, habría que ver cuáles serían los resultados. ¿Estamos seguros que todos responderían afirmativamente? A lo mejor. Pero esa preclara verdad nunca discutida: el hombre piensa como vive, vuelve a plantarme el insecto de la duda en mi oído.
He visto en la TV reportajes que cuentan cómo en algún sitio se desbroza el marabú. ¿Y después qué? Eso no lo veo en la pantalla. Cuántos estamos dispuestos, sobre las mismas reglas de una agricultura centralizada, incluso burocratizada, lenta en sus iniciativas, mal pagada, a hacer producir nuestras tierras racionalmente, lo cual significa, para mí, dar de comer sin restricciones ni cuotas al pueblo y beneficiar a los agricultores con la justicia que trabajo tan fatigoso, constante y estratégico merece.
No intento desafiar la cordura. Tampoco se trata de auto engañarnos viendo brillo donde hay opacidad; éxito donde insuficiencia; risa donde mueca… Lo subjetivo tiene su papel, pero hoy por hoy la respuesta subjetiva demanda una readecuación de la realidad objetiva. ¿Hasta donde lo organizativo y lo estructural son aspectos de la subjetividad? Por supuesto, los hombres adoptan una u otra organización. Y luego esta, a mi entender de hombre práctico, empieza a ejercer una especie de dictadura objetiva.
Habrá, pues, que reordenar, sin miedo a los presuntos conflictos entre sueños y realidades. Los mejores sueños son los que se pueden conquistar. Los otros, los que entran en deuda con la vida, derivan en pesadillas. La pobreza no resulta un sueño grato. Ni el temor un buen compañero de las ideas y la acción. Joel James, ese santiaguero polémico, clarividente, revolucionario –cuya muerte reciente aún nos punza- escribió en un libro, El ser y la Historia, recién salido a las librerías: “El miedo paraliza las iniciativas”.
El empeño de mejorar nuestra vida tiene muchos aliados: la política y la ética, y también la acción y la duda razonable que, conducidas por la inteligencia y la audacia, actúan y transforman con certeza. (Publicado en Juventud Rebelde)
21 comentarios
hdr -
Procusto -
Procusto -
procusto -
Procusto -
Ricardo -
Según el cuento de Blancanieves cuando su madre murió, su padre se casó con la mujer mas guapa de su reino, así se menciona explícitamente en el relato. De tal manera que cuando le preguntaba al espejo mágico si era la mas hermosa el espejo le decía que sí, de ningún modo ella se veía hermosa, realmente lo era, y el espejo así se lo aseguraba. Pasó el tiempo y fue perdiendo su belleza y Blancanieves la superó en hermosura física y espiritual.
Si el espejo hubiera sido un espejo normal la madrastra siempre se hubiera seguido viendo hermosa, su ego y vanidad no le permitían ver otra cosa, pero, ay, los espejos mágicos siempre dicen la verdad para disgusto de sus dueños. El espejo mágico tuvo la valentía de la sinceridad a riesgo se que le rompieran en mil pedazos contra el suelo. Ese fue su heroísmo. Esa es la gran ventaja del espejo mágico frente al espejo común.
Les voy a contar un cuento sobre reyes y espejos mágicos. Estaba reunido Aznar en consejo de ministros cuando de repente les dijo que iba a apoyar a Bush en la guerra de Irak y si alguien tenía una opinión contraria que la dijera, se hizo un espeso silencio, y solo un ministro levantó la mano y expresó sus ideas contrarias al apoyo de los EEUU de invadir Irák, ese hombre de repente se convirtió en un espejo mágico, le dijo la verdad. Los demás también pensaban como él pero no tuvieron los cojones suficientes para decírselo: se cagaron por la pata abajo. Aznar se miraba en aquellos otros espejos y se veía fuerte, guapo, inteligentes y hasta alto. España no tuvo la fortuna de tener en aquel consejo unos cuantos mas de espejos mágicos valientes. El terror que pasó en España y el horror que pasa en Irak ya todo el mundo lo sabe.
Yo lo veo así Luis. En un espejo normal el rey se verá siempre hermoso, inteligente, agudo, simpático etc, su ego jamás le permitirá ver sus defectos. Tienen que existir los espejos mágicos honestos y valientes. Hoy decir la verdad, toda la verdad, es algo mágico.
Gabriel -
Después de hablar con gente de esas empresas sobre su experiencia en el lugar, me han dejado una cosa clara:
El modelo chino consiste en una explotación capitalista del peor tipo, sin ningún derecho para los trabajadores, bajo un caparazón formalmente comunista, donde los miembros del partido reciben sobornos de las empresas extranjeras para poder seguir explotando a los trabajadores.
Los miembros del partido comunista chino están sobornados de arriba abajo por los directivos de las grandes corporaciones multinacionales instaladas en China.
Ya sé que os estoy dando una imagen simplista y terrible, pero creo que se ajusta bastante bien a la realidad.
Por mi parte deseo que los chinos se libren lo antes posible de ese Capitalismo.
Un saludo.
castruccio castracani -
castruccio castracani -
Nada más engañoso que lo evidente.
Cuando me hablan de ética, instintivamente palpo mi cartera. ¿Qué "ethos"?. Porque la ética también es objeto de presentaciones caleidoscópicas. No sé si la nicomáquea es la que mejor plantea el camino a la felicidad como fin último.
Pero en la ínsula barataria hablar o escribir de estas cuestiones induce a un cierto estado depresivo o por lo menos, melancólico. ¡Tantas insatisfacciones por mantener una iconografía vacua y alejada del pensamiento y anhelos de tanta gente!.
Luis: IN VINO, VERITAS. En todo lo demás DUBITA.
La verdad se complace en permanecer oculta. Todo el mundo la blande como su espada justiciera, como vocablo jutificativo de nuestras palabras y de nuestras acciones y más aún cuando se miente.
Se dice que hay, al menos, 3 formas de mentir:
-ocultar la verdad
-decir lo contrario de lo que uno piensa
-hablar de cifras o porcientos que no son contrastables.
Y además ¿quién quiere escuchar la verdad cuando intuye que NO es la SUYA?
A lo que no debe conducir la ETICA, en ningún caso, ninguno, es al SUFRIMIENTO.
Ex ferocibus universi singuli, metui suo obedientes fuere.
Lolo -
Fabian Pacheco Casanova -
Carlos -
Anonimo -
Pasaron unas horas, pues cuando el poli cía me sacó y le pregunté qué pasaba, me respondió que él tenía prohi bido hablar conmigo. Me llevaron a una oficina donde me esperaba el ofi cial Alayo, de la Segu ridad del Estado enfatizó Emérito.
Este oficial, que vestía de civil, estaba bastante alterado. Me dijo que yo lo tenía cansado, que el viaje anterior no había vot ado, y que ahora tampoco. ¿Qué te crees? gritaba-. Eres un gus ano, un con trarrevoluci onario, y firma aquí.
Aseguró Emérito que el ofi cial tiró sobre la mesa un documento y un bolígrafo, repitiéndole una y otra vez que firmara, pero ante su nega tiva lo ame nazó con desapar ecerlo del mapa.
Me metieron otra vez en el cala bozo y pasé allí muchas horas de incertidumbre. En todo ese tiempo no me dio ni agua ni comida. Avanzada la noche fui nuevamente llevado ante el of icial. Estaba tan alterado que pensé que me iba a gol pear. Ante la cri sis de insul to que tuvo debido a mi nega tiva de firmar el papel, intervino otro ofic ial, vestido de completo uni forme quien, después de un aparte con su compañero, me indicó que me fuera de la estación. ¿Y mi car né de ide ntidad? pregunté. Vete, deja eso me respondió el otro oficial dándome la espalda.
Al abandonar la estación de po licía la calle estaba desierta. Caminaba aturdido cuando una moto Susuki, de las que suele usar la po licía y la Segur idad del Est ado, se detuvo junto él. Se bajaron el chofer y el acompañante.
Sin mediar palabras me dieron go lpes con los puños por todo el cuerpo. Traté de esquivarlos y hasta de defen derme, pero no podía y caí al piso donde continuó la agre sión. El conductor de una bicicleta que pasaba gritó: ¡déjenlo que lo van a ma tar! Por eso creo que me solta ron y se fueron.
Días después de los sucesos el joven conserva las marcas de los gol pes y continúa sin su car né de iden tidad. Yo creí dice- lo que decían por los noticieros de radio y televisión, que el voto no era obliga torio. Por lo tanto, tengo el derecho de no votar.
Hernández ha sido detenido varias veces por manifestar su pensamiento libre. Durante una de esas detenciones un policía le arrancó de la muñeca una pulsera de goma con la palabra Cambio.
Perico -
Pedro Pablo -
Ricardo -
Aunque hace ya muchísimo tiempo que dejé de ser niño todavía recuerdo lo esencial de los cuentos de la edad infantil. En el cuento de Blancanieves el espejo nunca engañó.
El espejo de la madrastra de Blancanieves le decía que era la más hermosa, y no le mentía, le decía la verdad, independientemente de la vanidad y el ego de esta mujer ella realmente era la más hermosa.
Pero, pasaron los años y un buen día el espejo le dijo que ya no era la mas hermosa, que la mas hermosa era Blancanieves. Había otra persona que le ganaba en belleza.
La moraleja de esta parte del cuento es que el espejo dice la verdad. Pocos espejos se atreven a decirle a toda una reina que ya no es la más guapa del reino.
En pleno siglo XXI es cuando mas falta hacen espejos mágicos valientes.
Carlos -
Palabras sabias Enrique.
El propio hecho ridicu lo de que yo tenga que dividir palabras inofen sivas, que no representan in sulto alguno, para poder pu blicar mis ide as en este blog, te da la medida de cuan cerra dos estan ustedes todavia a escu char otras verda des. Es realmente ridicu lo!
Carlos -
No se que es peor, si el social ismo "puro" o el que coquetea a medias con la empresa priv ada, que es el propio gobi erno que se convierte en mono polio de est ado.
Enrique R. Martínez Díaz -
Ricardo -
La sabiduría de la duda. Luis podrá decir a quien pertenece esta frase, yo no lo recuerdo; para lo que quiero expresar tampoco importa. Parece que hay movimientos, filosofías, religiones, ideas políticas etc, que se mueven mas por la fe que por la racionalidad.
Catolicismo, Comunismo, Capitalismo, Islamismo y todos los ismos que queramos agregar. Ellos tienen la seguridad, la certeza, no necesitan la sabiduría de la duda, no acuden a la razón y a la lógica, ¿para qué? Ellos tienen la fe.
Fabian Pacheco Casanova -