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PATRIA Y HUMANIDAD

NORMAN MAILER, “TESTIGO MOLESTO”

NORMAN MAILER, “TESTIGO MOLESTO” Por Luis Sexto

Norman Mailer ha dejado una línea sin la cual su obra no podría ser explicada y muchos escritores y periodistas hubiesen quedado si una guía, un flexible patrón. Es su mejor legado, a mi parecer, esa sentencia que establece la posibilidad de contar “la historia como novela y la novela como historia”. Es decir, historia con inicial mayúscula: la actualidad, la crónica en que, zigzagueantemente, las sociedad humana va dejando atrás el pasado y cifrando el futuro en los signos activos del presente. 

Mailer supo aplicar a su quehacer esa máxima y por ello su obra perdurará por la imbricación de lo ficticio con lo real, del periodismo con la literatura.  Aun en sus piezas de más intención artística, como Los desnudos y los muertos, se detecta el plano de la realidad contemporánea como una luz que quiebra todo artificio. Siguió en esa inclinación realista, a veces naturalista, la tradición de autores que tuvieron en Stephen Crane un punto de partida y continuadores en Sinclair Lewis o Ernest Hemingway y otros que colaboraron en lograr que la literatura norteamericana fuera una de las más sólidas del siglo XX por su registro en los sótanos de los hechos sociales y políticos de su país y a veces del planeta. 

Lo dicho, desde luego, podrá ser solo una opinión. Sin embargo, tendremos que convenir en que Norman Mailer fue uno de los autores universales que las letras en los Estados Unidos aportaron a la cultura mundial. Unió, en una sola vocación, los disímiles medios de la expresión moderna -periodismo, literatura, cine- con el fin de indagar en la naturaleza social del hombre y sus vínculos con las circunstancias; ese ser atrapado, de acuerdo con sus palabras, “en  una maraña ajena, fría”. 

Dedicó su escritura –según propia confesión- a articular su identidad de hombre, pretendiendo decirse a sí mismo quién era para evitar asumirse como la imagen que sus libros, la crítica y los lectores delineaban sobre él. “Pasé -a los 25 años del anonimato a la celebridad” –dijo en una entrevista- y “me convertí sin transición en uno de los más importantes autores de los Estados Unidos: cuando esto llega se sufre obligatoriamente una crisis de identidad”.  

Hubo más. esa búsqueda comprendía el esclarecimiento de su identidad como norteamericano. Su  visión acerca de la sociedad estadounidense y sus conciudadanos fue cortante. No anduvo con cautelas expresivas cuando definió a Norteamérica así: El sitio donde  “las personas son lindas, viven a veces en el lujo, pero creen tan solo en la droga y en el dinero”.  “Tiene un comportamiento extraño. Sus cerebros están llenos de espuma. No comprenden nada más.”

Los manuales  ligan  a Mailer con el  New Jornalism. Lo  incluyeron en la lista de autores que, según Tom Wolfe,  mientras esperaban convertirse en novelistas iban calentando sus motores en el reportaje. Pero ya para esos años iniciales de la portentosa década de los 60, Mailer era novelista y también un periodista que sabía emplear los recursos de la narrativa literaria para dotar a su ejercicio periodístico de la calidad y la hondura de la novela. Fue, a mi parecer, un jardinero exquisito del llamado en español periodismo literario, que halla antecedentes  en Daniel Defoe, Víctor Hugo y José Martí.

Tal vez el New Jornalism norteamericano –que no es el principio de ningún camino, sino su continuación- no  marcó a Mailer con la desmesura técnica que caracterizó los reportajes de los autores de ese  movimiento aparentemente renovador y que al fin, en un breve lapso, despertó la sospecha en los lectores. Mailer fue habitualmente más claro, más preciso en sus fines, sin llegar a saturar, asfixiar con las atmósferas cerradas, a lo Poe, de los llamados “periodistas nuevos”.  Polémico siempre; fracasado por momentos; combatido a veces; exaltado también, sus más de 30 libros permanecerán como los signos preclaros de una sociedad donde “mucha gente –dijo- estaría feliz si pudiera encerrar a la mitad de la población en las cárceles”.

Libros como Los ejércitos de la noche,  Oswald: un misterio americano y El fantasma de Harlot,  que denuncian el totalitarismo del poder en los Estados Unidos, mantendrán viva, tras la muerte reciente del escritor a los 84 años, la verdadera identidad de Norman Mailer: “Ser un testigo molesto” que intentó expresar la Historia como novela y la novela como Historia.    

11 comentarios

Carlos -

Gualterio. puedes poner la cabeza en la almohada al final del dia? El cinismo no te molesta? Estas enfermo!!!
Por favor Ni Cuba ni Marti sos tuyos. No los mereces!

Gualterio Nunez Estrada -

Mi vision de America es con los OJOS DE JOSE MARTI, Fabian, que resumio su obra cuando dijo: "DE AMERICA SOY HIJO Y A ELLA ME DEBO YANTE BOLIVAR, HAY QUE QUITARSE EL SOMBRERO. lEA A MARTI Y ALLI ENCONTRARA MI PENSAMIENTO. CUBA ES TAN SUYA, DE SUS COMPANEROS DE PRISION, COMO MIA, PENSEMOS LO QUE PENSEMOS Y HACIA ESE ESPACIO POLITICO Y MORAL VAMOS EN EL SOCIALISMO MARTIANO DONDE LA DIGNIDAD DEL HOMBRE ES LEY PRIMERA. Gualterio Nunez Estrada, Sarasota, Florida, 34233, USA.

Gualterio Nunez Estrada -

Fabian, de los que llegaron del noventa para aca, menos del 25 por ciento se ha hecho ciudadanos esperando que Cuba y estados Unidos hagan relaciones diplomaticas para inmediatamente "echar un pie" y regresar a vivir en Cuba, en santa paz. Y, si, los problemas de Estados Unidos son tambien mis problemas, viva donde viva porque estan vinculados al patrimonio, al parentesco y a la historia de Cuba. America no es casa ajena para los cubanos y formamos parte de la defensa de America, es nuestro deber de vecinos y cubanos, pero no somos ni limpiabotas, ni recoge orinales de La Casa Blanca.Eso se lo dejamos a ciertos presidentes latinoamericanos y su patroncito.. Gualterio Nunez Estrada, Sarasota, Florida, 34233, USA.

chucho -

Bueno, tenia una opinion bastante cruda sobre la sociedad norteamericana. Es buenisimo en una sociedad donde se encuentren personas que se alejen de las verdades oficiales, o de la gran prensa como sucede en este pais. Es precisamente estos individuos "rebeldes" lo que hace que la verdad no sea monopolio de nadie. A continuacion "copy and paste" un articulo aparecido en Kaos en la red, que escribio alguien desde La Habana, que por supuesto no concozco. El firma el articulo asi que no es anonimo su escrito. Aqui va , es una muestra de como en Cuba hay un doble rasero al juzgar un periodista o intelectual dependiendo de si es nacional o extranjero.

"El heroismo intelectual
Una reflexión leyendo Trabajadores, en los días de Feria Internacional del Libro.
Félix Sánchez (Para Kaos en la Red) [10.11.2007 23:26] - 157 lecturas - 3 comentarios



“El intelectual, por su condición de hombre dotado
para ver más hondo y lejanamente que los demás,
está obligado a hacer política”.
Raúl Roa, 1931

Tenía una idea vaga pero persistente sobre esto: operamos con dos modelos de intelectuales. Si es alguien de fuera, “extranjero”, consideramos que su obra literaria, artística, histórica, pedagógica, no basta, debe ser además alguien de una personalidad recia, atrevida, capaz de no dejarse amoldar por el mundo que le rodea sino de valorarlo con valentía, y opinar, y actuar.

Recuerdo dos ejemplos muy recientes, del pasado 2006: el de Michel Moore y el de Harold Pinter. Hicimos en nuestros medios de difusión toda una apología a la personalidad del cineasta, elogiamos su conducta desafiante. No pensamos que su desdén pudiera ser excesivo, desmedido. Bravo por Moore que elige entre la verdad, su verdad, y los peligros. Un intelectual comprometido es aquel que tiene la honradez de sentir y hablar, a cualquier costo. Un intelectual estaría incompleto, sería verdaderamente una sabandija, si careciera de ese valor de Moore para ir en contra de algo que cree injusto, para denunciar, defender una idea, para arriesgar.

Cuando se le concedió el Nóbel al dramaturgo inglés nos pareció también justo, bien, muy bien, excelente, porque más allá de su creación era un hombre con encontronazos en su biografía, con tomas de posición ante los problemas de su mundo, que como siempre sucede empiezan por ser los problemas de tu espacio menor, de tu barrio, de tu ciudad, de tu país. Hasta cogió su pedazo de elogio la impávida academia sueca: había hecho bien con elegir a un rebelde entre seguro tantos candidatos conservadores, solo preocupados ellos por su acogedora torre de marfil.

Con todos ellos, Moore, Pinter (hay más, por ejemplo el Lennon releído y asumido a partir de Imagine), se ratificó claramente una idea, una idea hermosa: “ellos eran como debe ser un verdadero intelectual”.

¿Qué intelectual?

Comentarios oídos de pasada sobre algunos invitados a la Feria Internacional del Libro me llegaron también en esta escala de referencias a sus virtudes ciudadanas, ejemplares: hombres con ideas propias, auténticos intelectuales. Por eso valían tanto, por eso se les invitaba a venir, se les quería hacer un homenaje no solo a sus obras sino a esas virtudes de Robin Hood de arco y pluma en los bosques del siglo XXI.

La Feria ocupaba hacía días gran parte de las páginas de nuestra prensa. Abrí este lunes 12 de febrero el periódico Trabajadores y encontré los rostros del dibujante Quino y del novelista Viñas, rodeados de breves textos acerca de sus personas. Instintivamente busqué en esos párrafos pruebas para mi hipótesis, aunque seguidamente temí no encontrarlas y que se me demoliera esa suposición de que nosotros operábamos con un modelo del “buen intelectual foráneo” que en nada se parecía al modelo del “buen intelectual nacional”.

Dos modelos para un mismo asunto es algo difícil de justificar éticamente, no siempre, pero casi. Cuando se da en otras latitudes nosotros lo criticamos: “como es que en tal caso sí y en tal caso no… tienen un doble rasero…”. Y una ética hermosa, del mejor socialismo, brota entonces desde muchos lugares de la isla.

Leí de prisa lo que se hablaba en el Trabajadores de Quino. Y llegué, sin tener que acercarme al final, a las palabras que esperaba, al retrato del héroe:

“Aunque en su estilo y valores estéticos Quino es coherente en toda su obra, en lo que a crítica social se refiere hay que poner en un lugar privilegiado a su Mafalda, esa niña inquieta, de agudo talento, capaz de hincar el rayo láser de su mirada, como un bisturí, sobre los temas más complejos, y dejar tras cada tira un mensaje de amor, dolor, o una interrogante que exige respuestas urgentes”.

“Crítica social”, “un bisturí sobre los temas más complejos”, “interrogante que exige respuestas urgentes”. Un buen resultado este, pero todavía no suficiente. Eso que ocurría con Quino, podía no suceder con Viñas. El humor gráfico, me dije, siempre ha sido una plaza para verter juicios, para reflexionar. Viñas estaba al otro lado de la página. Viñas el novelista. El periodista era otro, se llamaba Yimel Díaz, y no tenía por qué actuar de un modo que me diera la razón. No tenía por qué prestar atención a esa parte “conductual” del reseñado que sí había interesado a su colega.

El comienzo del texto dedicado al autor de Hombres de a caballo parecía en verdad otra cosa. Podía ser incluso un texto contrastante con el anterior. En su segundo párrafo se refería a la edad de Viñas, a su mundo familiar. Temí que con solo un 50% de los casos estudiados en el periódico de ese día mi etérea hipótesis del modelo de intelectual de dos tallas, de dos medidas, se desvaneciera.

¿Podría Yimel Díaz hacer algo distinto? No, su camino periodístico no se podía bifurcar. En definitiva sobre él actuaba también un modelo. Sutilmente, casi a nivel de subconsciente, y esos modelos, no escritos, que flotan en la época, que se dibujan y redibujan cada día, tienen una fuerza a la que no es posible oponerse.

Tras un coqueteo casi trivial con el rostro del novelista, Yimel Díaz ocupó su puesto, apareció, en el tercer párrafo, lo que ya yo no sabía si deseaba o no leer. Hay ciertos descubrimientos que pese a su utilidad uno no quisiera hacer nunca.

“A lo largo de su vida nunca ha rehuido la polémica. Por eso, por irreverente, tuvo que irse al exilio en tiempo de botas y uniformes”.

“Nunca ha rehuido la polémica”. “Por irreverente”. Él también, el novelista. De dos, dos, como diría un apostador. Cerré el Trabajadores para “procesar” la información, para meditar. Dos auténticos intelectuales. Dos muestras de lo mejor del gremio. Ahí estaban glorificados en el Trabajadores, que como el resto de nuestra prensa, no daría jamás espacio a un elogio de ese tipo, del terreno de la ética del inconforme, a un “buen intelectual nacional”.

Trágico, pensé varias veces. Trágico leer, ver, comprobar, que lo que a ellos, los de “afuera”, los hace confiables, aplaudibles, honorables, a ti, “el nacional”, te hace sospechoso. Que su condición es otra. Que si tú has publicado libros, has filmado películas, has visto tus obras sobre el escenario, pues debes ser enteramente feliz. ¿Polémica? ¿Crítica social? No, en tu caso de “intelectual nacional” ese no es tu asunto, por dos razones: bien porque no hay nada que criticar (eso está concebido para las ineficientes sociedades capitalistas), o porque esa labor aquí tiene sus sujetos profesionales, no necesita de que tu concurras voluntariamente, desordenadamente a ella.

Es así. Aunque acabes de leer el Trabajadores, y también hayas leído cuando muchacho ese libro del justiciero de los bosques de Sherwood, tu no debes equivocar el modelo que te toca, embullarte con esa linda virtud de la honestidad ante la realidad que solo debe nacer y crecer en el intelectual de otras latitudes. La obediencia y la desobediencia, la agudeza y el silencio, la condición intelectual cortada fríamente por dos tijeras distintas.

¿Deberes del intelectual? ¿De cual intelectual?

Un caballo, escapado de la novela de Viñas pasó por mi lado. No sé si era un caballo blanco como el de Martí. No llevaba a nadie en la montura. Tal vez pensó que yo no lo dejaría perderse así solo en el horizonte.

Volteé la página. No leí el texto dedicado a nuestro Premio Nacional de Ciencias Sociales Eduardo Torres Cuevas, tampoco el referido a Leonardo Acosta, Premio Nacional de Literatura 2006. No, ellos, “los nacionales” no hablarían de otras cosas (nadie les preguntaría tampoco de otras cosas) que de libros, estudios, cursos, proyectos.

Y realmente, luego de conocer a Quino y a Viñas, tal vez no tan casualmente coterráneos del Che, ya no quise leer más. Eso sí, determiné que escribiría estas líneas sobre el “heroísmo intelectual”.



Félix Sánchez
La Habana, abril de 2007



Enrique R. Martínez Díaz -

Yo tuve la oportunidad de leer hace algunos años Los Desnudos y los Muertos. Personalmente me gustó mucho, narraba una situación durante la II Guerra Mundial, con personajes bastante complejos. Ese libro se editó en Cuba por los setenta u ochenta del pasado siglo, si no me equivoco. Luego realmente no me he tropezado con otros escritos del susodicho, lo cual me hubiese interesado. Al parecer tenía una opinión bastante cruda sobre la sociedad de su país.

Gabriel -

Mailer nos ofrece un magnífico ejemplo de periodismo independiente. Ya sé que eso del "periodismo independiente" se ve con malos ojos desde el gobierno cubano. Para el gobierno cubano un "periodista independiente" es un oscuro personaje que se dedica a atacar a la revolución con dinero del extranjero.

En realidad los periodistas independientes casi siempre se manifiestan en contra del gobierno —y del sistema— de turno, sea del signo que sea.

No tiene porque ser así. En mi opinión, un periodista independiente es el que —desde su propia óptica— sirve al lector en primer lugar con lo mejor que le puede ofrecer, que es una presentación objetiva de la realidad. Esa realidad que los gobernantes tantas veces quieren pintar a medida de sus intereses.

Es muy difícil ser un periodista independiente. El primer problema consiste en que uno tiene que ganarse la vida con un sueldo, y quién te paga te puede exigir una línea editorial determinada.

El peor patrón de un periodista que quiere ser independiente es el gobierno, porque el gobierno querrá usar al periodista como un instrumento de dominio sobre el pueblo.

Un poco cínicamente, casi me atrevo a decir que el mejor patrón para un periodista que quiera ser independiente, es el que sólo busca dinero vendiendo el material escrito. Ese patrón fomentará la publicación de aquellos escritos que más demanden los lectores, y, yo muy ingenuamente, creo que los lectores mayoritariamente quieren que los periodistas simplemente le cuenten la verdad tal como es.

Un saludo

Gabriel

José -

Gualterio : ¿ Por qué no te callas ?

Fabian Pacheco Casanova -

>>>>En realidad es difil entender como un individuo viviendo en casa ajena donde se le abrio la puerta cuando pidio que venia a buscar refugio y le permitieran la estancia en lo que tanto critica y con mentiras en la mayoria de las ocaciones.... El sujeto ni ciudadano Americano es, pero no escapa la menor oportunidad para arremeter contra el que en una ocacion le dio cabida y el panuelo le dio para que limpiara sus lagrimas de cocodrilo....Este CAMARADA no medito' con la opinion tan degradante que tiene de los E.U.A. antes de llegar a estas playas????.....Fabian Pacheco Casanova....

Gualterio Nunez Estrada -

A mi juicio, la base del problema es que la familia, como tal, no tiene proteccion en Norteamerica, es una sociedad dedicada mas bien a individuos sujetos al mercado. Si compras una casa, enseguida te la endeudan, aun mas de lo que debes pagar mediante la famosa tarjeta de credito, al poco tiempo, los pagos por una via o por la otra varian, casi siempre aumentando y a muchas personas les llega el momento de tener un nudo en la garganta pensando en que pasara con la casa y la familia si se enferman, si pierden el trabajo o si la compania reduce horas, sobre todo porque es casi imposible controlar a los mas jovenes del grupo obsesionados porlos anuncios a comprar y comprar mas. Jose Marti llamo en su epoca a estos problemas de Estados Unidos, "trabas feudales de la sociedad norteamericana", ahora incrementados, problemas ampliamente documentados por NORMAN MAILER y otros eminentes escritores norteamericanos y periodistas que debido al bloqueo cultural no conocemos en Cuba, ni siquiera personalmente, sobre todo en Cuba donde existe un mercado en estos momentos de miles de lectores en lengua inglesa a los niveles mas altos de la literatura norteamericana que sigue siendo de gran envergadura en su iluminacion espiritual y estetica. Yo diria que existe en la actualidad un ostracismo a la poesia y la literatura norteamericana de envergadura que el mercado controla y arrincona en las librerias, los reductos de grupos intelectuales, que por ejemplo, tienen reuniones semanales aqui en Sarasota en "Barnes and Noble", pero que no cuentan con la trascendencia social de los escritores antes del Macarthysmo, eso se ve, eso se palpa, ese oscuro sentido de 'underground" de la actual intelectualidad seria norteamericana en el seno de su propia sociedad. Algunos escapan a estos actuales barriles de Diogenes de la sociedad norteamericana y hacen blogs que se han vuelto famosos en lugares como China.Pero es dificil, muy dificil luchar con un libro que una transnacional te vende lleno de munequitos, camisetas, llaveros y memorabia o souvenirs, contra ese McDonald literario que recauda millones en el mundo entero gracias a la labor de los sociologos editores de la empresa, es casi imposible competir. Te descubren como Vivaldi, doscientos anos despues.Si tiene sexo, ofensas a Cristo, Mahoma o Buda, eso vende. Si te plantea pensar va a un rincon de libreria a veinte pesos el tomo, salvo excepciones.Se esta destruyendo la cultura mas rapido que los polos, hay ya un gran hoyo negro en la mente de millones por esta polutiva basura ideologica que hoy se vende como pan caliente en nombre de la cultura y la libertad de expresion, nos estan lleanando las mentes de veneno, por no decir estupidez de grafomanos. Gualterio Nunez Estrada, Sarasota, Florida, 34233, USA.

Gualterio Nunez Estrada -

A diferencia de Japon, donde la tirada de periodicos aumenta por dia, en Estados Unidos disminuye al punto que los lectores de diario son hombres de sesenta anos o mas, el resto recorta cupones y lee las paginas deportivas, ademas les cuesta trabajo leer y mucho mas interpretar lo que leen con un amplio desden por cualquier idioma que no sea el ingles americano o informaciones del mundo exterior, ademas, realmente el norteamericano promedio no tiene tiempo de leer, a veces ni aluerza por falta de tiempo, se come una barra de chocolate y en no pocos casos trabajan doce horas diarias sin ningun dia de descanso o vacaciones en anos, asi converso yoi con ellos a cada rato. Es el tipo de norteamericano que con una sonrisa ironica te dice: "Bienvenido al paraiso". Gualterio Nunez Estrada, Sarasota, Florida, 34233,USA.

Gualterio Nunez Estrada -

Hay dos problemas internos en Estados Unidos que se han agravado a medida que crece la burocracia estatal del gobierno y los ricos concentran mas y mas su capital y poder: El primero es el descenso gradual en el sistema de educacion que ya afecta considerablemente la educacion superior con una bajisima graduacion de ingenieros,bajo nivel academico, carencia de liderazgo en las corporaciones y en las oficinas gubernamentales, es la sociedad norteamericana una sociedad en declive, de futuro incierto, en ese sentido. El segundo aspecto es: que no existe un plan de salud mental para la poblacion, ni atencion primaria de salud mental porque ni siquiera los seguros medicos la contemplan. Si te atiendes con un siquiatra del gobierno, en no pocas ocasiones el siquiatra tiene que atender rapidamente a los pacientes, como un pastillero, y, en la mayoria de los casos, el paciente no puede comprar las medicinas, salvo ahora, recientemente, algunos genericos a cuatro dolares treinta pastillas gracias a la transnacional WAL MART que es la unica que se ha apiadado de los pacientes mentales de bajos ingresos a nivel nacional.Lo mas triste es que ninguna administracion contempla en su agenda estos problemas. Gualterio Nunez Estrada, Sarasota, Florida, 34233,USA.