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PATRIA Y HUMANIDAD

UNA PIFIA PELIGROSA

UNA PIFIA PELIGROSA
 Por Lorenzo Gonzalo,
periodista cubano radicado en Miami 
La prensa, no pierde la tendencia de magnificar sucesos.
En ese juego quedamos atrapados las “izquierdas”, las derechas, los “liberales”, “conservadores” y los “moderados”, términos que se han acuñado en este siglo con más tenacidad que en las décadas precedentes.
Desde hace unos días no se habla otra cosa que del peligro que representa Venezuela para Estados Unidos, basándose en unas declaraciones del Presidente Obama, donde manifestó precisamente que dicho país es una amenaza.
El mismo día de la declaración, en un programa dirigido por Oscar Haza, el ex funcionario estadounidense Roger Noriega, aclaró que se trataba de un error del Presidente porque la Ley por la cual le impusieron sanciones a varios funcionarios venezolanos tiene diversas secciones que van desde la 1701 a la 1707, además de contener otras figuras legales. La primera sección se refiere a países que son una amenaza, pero las otras cubren diferentes aspectos, entre ellos penalidades a personas. Noriega manifestó que el Presidente se expresó incorrectamente y su declaración no tenía sentido porque no se trataba de una condena a Venezuela como país sino a un número de funcionarios y ciudadanos venezolanos.
Otros medios conservadores como CNN y aun no tan conservadores como Fox, en breves comentarios, también señalaron la ambigüedad de la declaración presidencial.
Hubo luego comentarios ambiguos y esporádicos de voceros de la Casa Blanca para aclarar la situación ya que lo dicho por el Presidente, no se correspondía con la sección que considera a un tercer país como una amenaza a Estados Unidos.
Tanto la izquierda como la derecha, explotaron el supuesto error en toda Latinoamérica. No así en la prensa estadounidense que no le dio gran importancia. Si todos se equivocaron o interpretaron las declaraciones al pie de la letra, estaríamos frente a una verdadera crisis de desconocimiento de las maquinarias de Estado. Ambas partes debieron saber desde un inicio, que se trataba de una pifia del Presidente.
La única explicación factible es que se trató de una maniobra del Departamento de Estado estadounidense para entorpecer la Cumbre de las Américas en busca de un objetivo indefinido.
Las izquierdas contestaron, aprovechando que no vendría mal llegar con la cara amoratada por el golpe bajo de Washington.
¿Quién ganará con la manipulación? ¿Seguirá siendo beneficioso para un reordenamiento hemisférico que ambos actores continúen usando viejos esquemas de política picaresca?
Nadie gana manipulando y lo considero perjudicial para un mundo que cada día debería tener mejores instrumentos para la racionalidad.
La izquierda, especialmente Cuba, le sigue ganando la partida estratégica en política internacional a la vieja institución gubernamental que Administra Washington. Quizás porque Cuba y las izquierdas en general, se regeneran más rápido.
Difícilmente a estas alturas pueda existir una carta escondida en la manga del Presidente Obama que no halle una pronta respuesta del Hemisferio latinoamericano.
Lo más probable, dado el viraje oficial y obligado del Departamento de Estado, es que los sucesos ayuden para que Venezuela, dentro de su proceso socialista siglo XXI, afine su estrategia y marche más a tono con el mundo progresista siglo XXI que le rodea.
Recursos políticos tiene y económicos le sobran. Como parte de los recursos políticos contará con el gobierno cubano, quien no ha pestañado un solo instante para solidarizarse con un aliado que recuerda los tiempos del CAME. La actitud cubana, en términos de solidaridad siempre ha sido plena y a veces rayana en el suicidio, actitud que las nuevas generaciones seguramente atemperen, aunque no desaparecerá mientras Washington insista en imponerle al Sur, mecanismo que han quedado desactualizados.
Para sus relaciones internacionales Venezuela podrá contar con el magnífico servicio exterior que hereda de Cuba, el cual es capaz de movilizar los lugares más recónditos del Planeta. Especialmente ahora, donde un nuevo marco de relaciones entre Cuba y Estados Unidos puede dejar desempleados a los incondicionales y siempre dispuestos ánimos exaltados de los militantes callejeros.
Esta Cumbre de las Américas será la más histórica del siglo porque en ella se encontrarán el agredido, rodeado de amigos, con el agresor solitario.
La Cumbre de las Américas dejará un saldo intangible, de gran valor para nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños
9 de abril del 2015

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