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PATRIA Y HUMANIDAD

MÁS QUE UNA ORDEN Y UNA CONSIGNA

MÁS QUE UNA ORDEN Y UNA CONSIGNA

 

Luis Sexto

 

Resulta común enterarse de personas que se molestan al oír u leer una crítica a “lo que pasa”. Casi nunca, en cambio, los vemos agraviados al saber “lo que pasa”. La operación se presenta muy dócil: la crítica curaría la herida; ignorar la herida, la pondría en posición de agravarse. Habría que preguntarle al avestruz si acostando su prolongado cuello a ras del suelo, para no ver el peligro, podría evitarlo. Sabemos la respuesta. Y por ello serán bienaventurados los que les abran el techo a los avestruces, como canta un poema ya  olvidado.

Créanme,  mi experiencia acusa un hecho: pocas veces he visto a alguien con responsabilidades que, enterado de que han violado una ley o una decisión superior, se enardezca ante el hecho. O que se autocritique, al menos en privado, donde es más sincera y efectiva la autocrítica, por haberlas él mismo violado. La reacción airada, inconforme  a veces surge cuando se entera que alguien lo publicó, o lo denunció en una asamblea.

La crítica, digámoslo una vez más, se asemeja a un germen capaz de producir ronchas. Es cierto, pues, que la crítica genera habitualmente picazón, malestar en las personas.  A quién le place que sus actos o sus actitudes sean enjuiciadas. Tal parece que uno queda desnudo cuando nos hacen un señalamiento. Y siguiendo esas reacciones, ya en ruta hacia el hábito de la impunidad, uno se pregunta si alguna vez en nuestro país la crítica será un remedio para errores, disparates y abuso de poder.

Tras cuarenta años ejerciendo el periodismo, uno ha aprendido a distinguir por donde y por qué suenan las campanas, e identifica de qué males padece nuestra sociedad. Y hablando con frecuencia de nuestros males, de nuestros descuidos, de nuestra indiferencia; criticando esa mentalidad tan rígida como un peñón costero y comentando y juzgando lo general, uno puede ayudar a que se enciendan las luces del raciocinio y comprendamos de una vez que, como dijo Fidel en 2005, solo la persistencia de los errores internos, debilitará a la Revolución y sus proyectos.

Lo advierto: hay ciertas tendencias que no se van a corregir sin acciones políticas o legales: el oportunismo, la corrupción, la de creer que yo, por mi cargo y mi historia, estoy autorizado incluso a deformar las leyes. De esas tendencias y los nombres y apellidos que las sustentan tendrán que ocuparse los argumentos políticos y la Controlaría de la República y los tribunales, para establecer que la verticalidad absoluta necesita líneas horizontales que la contrapesen, para favorecer el movimiento social y desanudar las fuerzas productivas.

Sin que parezca una insistencia maniática, parece perentorio concluir que sin el cumplimiento de las leyes, el país se pondrá ante el posible riesgo de fragmentarse mediante la diseminación de la indiferencia o las frustraciones. Porque aquel trabajador que en los tribunales ha ganado un fallo a su favor en su litigio con la administración y se consume durante meses o años para que en su centro de trabajo cumplan lo dispuesto por los tribunales, se preguntará: ¿Hay leyes o han sido engavetadas? ¿O qué es la sección sindical: una organización que sólo cobra la cuota mensual o es un factor de orden, disciplina y legalidad?

Y como escribo de lo negativo, no olvido reconocer que en Cuba suman miles y miles los integrantes de una voluntad bienhechora, renuente a que la nación se revuelva como un río bajo un temporal y sirva como ganancia de pícaros y desclasados. Y, por tanto, los actos constructivos, las acciones políticas cotidianas, desde el centro de trabajo hacia arriba y los lados, han de mezclar la exigencia con la ejemplaridad y la sabiduría para que ningún ciudadano piense que quienes lo orientan o lo dirigen son inferiores a él en lo ético o en el uso de la razón. Previendo esa reacción quizás impidamos ignorar que la política es mucho más que una orden, una consigna. Y una oficina. 

 

 

11 comentarios

El Oriental -

Bueno Nemesio no si lo dice de verdad o esta jugando , el caso de AMWEY, tiene un sistema novedoso que se llama empresario independiente y es fuera de lo común, esta en gran cantidad de países en el mundo, hasta en Rusia, mi esposa vende esos productos y son de excelente calidad, siempre abra que aprender de los demás. O al menos escuchar, después cada quien sacara sus propias conclusiones, pero siempre debemos estar abiertos , ese es el secreto de la vida.

Nemesio -

Es recibido en Cuba el jefe de la camara de comercio de los Estados Unidos...Ahora si vamos por el camino correcto.Esos tipos si saben de negocios y tienen un billeteeee.WOW!

Galindo -

Prefiero la unanimidad sincera, porque el que vota lo hace porque lo desea, sin que que por ello tengan todos que ponerse de acuerdo, prefiero eso a los votos dividios de los Estados Unidos en que los señores representantes o senadores sirven intereses privados, y es legal que slguien "los embarren" con dólares para defender tal o más cual ley que los beneficia aunque perjudique al pueblo. Luis Sexto hasta cuándo usted va a soportar a estos chupadores de letrinsa, que nunca dicen algo que pueda leerse y atenderse.

Claribel -

amigo Juam sin miedo usted es una persona afortunada y excepcional,usted ha sido testigo de algo insolito e inaudito:que nuestros delegados aprueben una ley que no haya sido aprobada por unanimidad.No habra alguno de los de;egados que le falta un brazo?.Pero bueno tampoco podemos ser tan incredulous.Vamos avanzando poco a poco pero avanzando.Ya conocemos un elector que voto por Alarcon y otro que no estuvo de acuerdo con la ultima ley sobre el codigo de trabajo.Enhorabuena

Juan sin miedo -

Roberto, no se arriegue tanto. Usted no va a cambiar de ideas, porque, por lo leído en su comentario, usted tiene ideas prefabricadas, incluso sobre el periodismo. Quizás nunca ha entrado en una redacción. Pero le recuerdo, si es que no lo sabe, que en el último o penúltimo período de sesiones de la asamblea, el código del trabajo se aprobó por mayoría, no por unasnimidad. Como ve. hay un caso reciente. Pero me parece que la unanimdiad a nadie se la imponen: es decisión personal. Tal vez, lo que sucee antes del voto es lo más importante. ?ha estado usted en una asamblea, ha presenciado alguna discusión en las comisiones de trabajo? Tal vez, la unanimidad sea porque no hay tantos intereses mezclados como, por ejemplo, en el congreso de los Estados Unidos, donde un senador o un representante recibe aportes de esta empresa, de aquella transnacional para luchar por alguna ley. Esa es la diferencia. pero me parece que ya en Cuba se ha empezado a creer que la unanimidad no es la unidad, ni la totalidad.

Roberto -

Franco Ud tiene razon, pero eso no lo va a ver pronto. Rosmini no compare el Congreso con la Asamblea Nacional porque la diferencia es abismal. Muestreme una ley o decreto que no haya sido aprobado por unanimidad en la Asamblea Nacional y yo reconocere que Ud tiene razon. Por lo demas esto es mas de lo mismo. La prensa en Cuba es extremadamente pasiva y esta llena de articulos sobre llamar las cosas por su nombre, la critica etc, etc pero los nombres propios brillan por su ausencia o si acaso aparece algun que otro dirigente de bajo nivel. Nunca he visto una entrevista a algun ministro que no sea totalmente conformista por parte de periodista con las respuesta que recibe, a veces da la impresion que ni siquiera es personal sino una serie de preguntas enviadas y respuestas recibidas y de dirigentes de mas alto nivel ni hablar. En fin que la prensa habla del tema pero tiene que dar un giro de 360 grados para ser ejemplo de lo que predica. En los proximos anos seguiremos discutiendo del mismo tema mas de una vez con los mismos resultados.

El Oriental -

Buen tardes. Fíjate que no es descabellada la idea de Daniel Franco, todos cometemos errores lo he reconocido en mi comentario anterior, las criticas constructivas deben ser la clave para rectificar, es la única manera de crecer y evolucionar, otra cosa es que se permitan y no le salga una policía política en su casa en la noche y lo demás es cuento, criticar a quien sea es el verdadero ejercicio de la democracia. No estoy diciendo con esto que no admire a Fidel. Decía Cristo el que este libre de pecado que lance la primera piedra.

Pepe Verdecia -

Si este colega critica a Fidel y a Raúl en una asamblea, la policía y la seguridad tienen que intervenir para protegerlo, porque sus propios compañeros se lo comen vivo. Qué inocente es este Franco, o se hace el inocente.

Rosmini -

Ea, señor Franco, si usted tiene ganas de criticar a Raúl y a Fidel, participe de una asamblea y hágalo. Por otra parte, qué pruebas tiene usted que ellos sean los que han cometido los errores, esos que usted dice. Usted parece que tiene una idea muy simplista de Cuba. ?Acaso es un error de Obama no cumplir cuando prometió quitar la cárcel de Guantánamo? Cualquiera pensaría que sí, pero si el congreso se le opone,u otras fuerzas, es él el culpable? Parece que cuando alguien tiene ganas de molestar se vale de cualquier cosa.

Daniel Franco -

Lo que no entiendo Sr. luis y que siempre critican a los pequenos, pero jamas he vsto en la prensa cubana o en una asamblea criticar a Fidel, Raul y otros altos funcionarios que si han cometido errors que han sido costosos para el desarrollo economico del pais. Creo que por eso los personajes menores se enardecen cuando los toman a ellos de material de studio.

El Oriental -

Excelente y digno articulo maestro Sexto, una clase magistral. Es muy importante también el derecho a replica y con fundamentos y argumentos podemos debatir y lograr establecer aclarar verdades y un dialogo de altura, un equilibrio con ideas constructivas, siempre todo cometemos errores, lo que no podemos permitir es descalificar, sobre todo si se utilizan frases como: Esos son unos contra revolucionarios, esos solo atacan a Cuba, esos solo leen y ven a BBC, todo eso culpa del bloqueo gringo, hasta cuando estos argumentos y justificaciones, con excusas ni siquiera nos enrumbamos con una mente mas abierta para cristalizar ideas y soluciones. Así que primero demos desbloquear nuestra mente y las cosas buenas podrán venir por añadidura.