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PATRIA Y HUMANIDAD

BUROCRACIA: ENTRE LA PÉRDIDA Y LA CULPA

BUROCRACIA: ENTRE LA PÉRDIDA Y LA CULPA

 

Luis Sexto, @Sexto_Luis

Un lector me ha sugerido que intente abundar en los rasgos de lo que en Cuba se nombra vieja mentalidad. ¿Acaso cree que  estoy exento de padecerla? Pero advirtiendo la cojera de mis actos y saberes, empiezo por recordar que si la sociedad cubana  reclama que la vieja lave  sus miradas en el cristal de la nueva, es porque entre una y otra se interpone una discordancia. 

¿Percibimos la gravedad de esos términos en que lo viejo se resiste a lo nuevo? Habitualmente la dialéctica del desarrollo social se ha afincado en la contradicción –antagónica o no antagónica- entre lo que necesariamente empieza a ser  y  lo que es, y se niega. Dicho así, en lenguaje habitual,  todo parecería un proceso inconsciente, un litigio automático. Mas, lo espontáneo no cuenta tanto. Porque en los entramados burocráticos, influyen también intereses que condicionan actitudes de “defensa propia”. Es decir, me niego a renunciar a mis comodidades. Y aunque resulte muy escabroso probarla, esa actitud de resistencia en las circunstancias de Cuba quizás implique  la “no inocencia” al entorpecer la solución de las necesidades nacionales.

Desde luego, no acuso ni alecciono. Sólo recomiendo andar y ver, ese doble secreto del oficio del periodista y de la política. Y si andamos, y nos decidimos a ver detrás de los informes, nos damos cuenta de que la vieja mentalidad sigue sosteniendo que gobernar o administrar equivale  a ordenar y mandar desde distancias intransitables, sin gestionar una atmósfera de confianza y creatividad. Según mi experiencia, una de las viejas fórmulas consiste en acatar las nuevas leyes, y  ponerlas en práctica en este o aquel sitios de modo que se adecuen a los métodos y hábitos convocados a actualizarse. Esto es,  que lo viejo siga viejo.

No volteemos la vista. Y confirmemos que los aparentes acatamientos del formalismo continúan activos. Para esa conducta de falso techo, las ideas e iniciativas de las masas carecen de validez, y lo prometido no es deuda, ni el contrato un documento de inexcusable obligación. Por esas razones, algunos de cuantos, como mínima acción, deben explicar, nada  explican. Y por extensión a nadie persuaden, a nadie infunden ánimo. 

Líbreme el buen sentido de exagerar o de ser injusto. Pero esos son rasgos que uno observa cuando anda por el país, y recibe quejas o cartas pidiendo soluciones a problemas que no se resuelven en la localidad, ni siquiera reciben allí una pormenorización racional de las causas. Por ejemplo, recientemente un artesano en posesión de su licencia, me escribió quejándose de que una ordenanza del gobierno municipal de Cárdenas, le niega el derecho a vender sus obras en Varadero. El remitente, vecino del municipio de Perico, asegura que él no vende a turistas, sino a vendedores autorizados en el populoso balneario. Es decir, donde el artesano reside su mercancía no circula: carece de compradores. Sin embargo, en Varadero, los que ofertan suvenires artesanales necesitan comprarlos a productores –digamos-  al por mayor. Y uno, inquieto, se pregunta qué pretenden los autores de esa medida local,  que puede estar facultada por la ley, pero al parecer no resulta razonable. ¿Qué intentan lograr medidas prohibitivas como la descrita: estimular o desestimular el trabajo por cuenta propia?

Dirijamos ahora la cámara hacia la calle. La vieja mentalidad en nosotros, ciudadanos comunes, aún añora los años cuando pretendíamos que para prosperar sólo era necesario un sésamo: quererlo. Y por tanto se niega a aceptar que ya no seamos iguales a la vieja usanza, es decir, que aptos y menos aptos, eficientes e ineficientes  nos emparejemos en el salario y los méritos, y que la seguridad social, en país pobre, siga sustituyéndome en mis  obligaciones de hijo o de padre. También nos molesta pagar tributos fiscales. Recientemente, un campesino se me lamentó: Fíjese, me exigen un impuesto por la tierra. Esa misma tierra -le dije en un segundo de lucidez- que usted ha recibido en usufructo gratuito.

En cierto sentido, más provechoso que identificar los rasgos de la vieja mentalidad, sería operar contra la insistencia de seguir tocando las aldabas en puertas clausuradas por su obsolescencia y esconderse tras sus astillas.

¿Y cómo, pues, habríamos de obrar contra la doblez, esa postura de pregonar con las manos en la espalda que todo está en orden? Habría que embanderar en cada lugar habitado, en cada terreno cultivado, en cada fábrica y proyecto de mejoramiento, en cada silla, en cada mano alzada o en cada aplauso, una disyuntiva sutilmente inapelable: sirvo o… sirvo de verdad. Porque las apariencias, como el maquillaje, rejuvenecen sólo por un momento. Si no aprendemos a valorar las demandas de transformación de nuestra sociedad, embarazada entre obstáculos propios y limitaciones avivadas por voluntades ajenas, y en consecuencia no deponemos con honradez tendencias envejecidas, privilegios y comodidades, coadyuvaremos culposamente a la pérdida de lo  que hoy es más urgente y precioso para la nación: el tiempo y la oportunidad.  

 

 

 

 

 

 

 

5 comentarios

Barón -

No se puede meter a Cuba en el pasaporte falso. Los mexicanos han negado cualquier responsabilidad de Cuba, y los mexicanos están investigando. Pero, señor o señora, que el nombre no indica nada, a usted se le ha olvidado decir que si los mexicano han falseado un documento ha sido para burlar las prohibiciones norteamericanas. ¿O usted ignora que las ligas mexicanas son sucursales de las americanas y por tanto ningún cubano puede jugar en México si antes no se ha ido de Cuba y se ha establecido en otro país. Ya ve usted qué diferencia hay entre lo que no es verdad y la verdad. Por otro lado, lo nuevo en Cuba es la lucha contra lo viejo, y es bastante.

Yuneisis Rojas -

Muchos pregonan hoy con las manos en la espalda que todo esta en orden...Sin embargo escandalos de corrupcion sacuden nuestra sociedad y hasta nuestros siempre apacibles medios de prensa...Masivo fraude en los examenes de ingreso en la educacion superior(a 300 CUC por examen),y peloteros jugando en ligas profesionales con pasaportes falsos...Sin embargo oimos lo mismo.No hay novedad senora baronesa,no hay novedad

Celestino -

Celestino: dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, no parece muy confiable tu juicio, si tú no te has dado cuenta de que legal y estructuralmente este país se diferencia del de hace varios años atrás.

Bienvenido -

Honestamente,yo no percibo nada nuevo en nuetra tierra.Por donde quiera que uno mira es mas de lo mismo...Eso si, la gente viviendo peor cada dia...El que tenga ojos que vea.

Carballido -

Estimado periodista,si no le es molestia pudiera usted darnos algunos ejemplos de como se manifiesta en nuestro pais La Nueva Mentalidad?.