Blogia
PATRIA Y HUMANIDAD

SUEÑOS DESPIERTOS

SUEÑOS DESPIERTOS

Luis Sexto, @Sexto_Luis

La tarea antiséptica de cambiar la mentalidad predominante en la sociedad cubana exige, entre otros instrumentos, un espacio y una actitud: el debate. No parece probable que mediante consignas, exhortaciones, o conjuros se pueda pasar de lo tupido a lo claro.

Ocasiones para debatir sobran. Porque aunque no suelen ser tangibles, son más o menos visibles y audibles o “leíbles”. Se escuchan de vez en cuando por la radio, la TV o se leen en este papel o en esta pantalla.  Y entre las opiniones, todavía muestran su beligerancia las que defienden las formas que mayoritariamente necesitamos transformar. Y es lógico: la vieja mentalidad no cederá su terreno sin resistirse. ¿O acaso cuando vamos a comer un plato nuevo,  el prejuicio no nos obliga a hacer muecas, u oponemos objeciones gastronómicas de niño majadero?

Difícil, según demuestra la experiencia, es actuar para cambiar. Y difícil resulta también debatir. A veces uno lee textos con criterios e ideas atendibles, pero el tono, el lenguaje, estalla como artillería que truena desde el lado opuesto. Bueno, en suma, he notado que se discute el papel del Estado en nuestra sociedad. Recientemente, a pesar de toda la crítica a errores y tendencias relacionados con un Estado sumamente centralizado y responsable de toda la actividad económica, social y política, leí una carta que insiste en la defensa del antiguo papel totalizador del Estado.  

Por mi parte, también defiendo el Estado como guardián de nuestra aspiración socialista; celador de la justicia social; preservador de la independencia. Pero expreso otro punto de vista cuando se define una equivalencia maquinal entre estatalización y socialización de la propiedad. La diferencia se advierte. En ciertos países capitalistas, hay propiedad estatal sobre los ferrocarriles o los hidrocarburos u otros sectores, y ello no significa una fórmula socialista. Al parecer, hemos de asediar ese aspecto para entender qué nos proponemos todos cuantos creemos, como mínimo, en los mandatos de nuestra historia: la justicia como sol del mundo moral, según Luz y Caballero,  y la independencia, es decir, sin injerencias extrañas, ni sometimientos lacayunos, como garante de la pureza de nuestro aire, nuestra tierra. Nuestro destino como nación.

No creo que la solución para conseguir la plenitud del socialismo, es decir, toda la justicia, sea nuevamente la propuesta del Estado paternalista y controlador. La propiedad social, a mi entender, es aquella que convierte al obrero y al trabajador en copropietarios de los medios de producción. Copropietarios efectivos. Tanto como para que cada miembro de la colectividad laboral tenga espacio para labrarse el bienestar, sin regalos, ni estafas. Y con voz y voto para decidir sobre el medio que le asegura la vida, sin que por ello deje de existir un director con poder empresarial. Tal vez lo más cercano a la perfección democrática fuera que la propia comunidad de trabajadores lo eligiera o lo aprobara.

Otros llevan la propiedad social a extremos más agudos: la entrega total de los medios de producción a los trabajadores. Pero hay formas de propiedad social que requieren como condición una base material desarrollada. ¿Cuba la posee? Y en todo este debate habrá, pues, que convenir en que la teoría descontextualizada,  fuera de sus circunstancias, suele indigestar. Tal vez siguiendo, una línea teórica racional, atemperada a la realidad real, no a la virtual, hemos de hacer, por ahora, lo posible. Y para ello, la mentalidad autoritaria engendrada por la excesiva centralización, tendrá que pasar por la quiebra. Ha sido cómodo para algunos tomar decisiones sin tener en cuenta a las personas. No me levantaré una estatua, si reafirmo mi criterio de que aún, en cierros lugares, se adoptan decisiones que no sólo desconocen el estado de opinión de los electores, sino lastiman la seguridad de los habitantes del batey, el poblado o del municipio.

En fin, no me asusto. Estamos en un debate constructivo, regenerador, contra hábitos y conceptos envejecidos, en medio de ciertas estructuras agotadas. Vivimos, por tanto, una oportunidad única para pensar, debatir y actuar, entre necesarias e inevitables diferencias de cómo obrar o de hacia adónde vamos. Al menos, aun en medio de incertidumbres, desazones, riesgos, este comentarista mira atrás y sabe hacia dónde vamos. Porque, aunque la palabra sueño no es término propio de la economía, ve a los sueños aún despiertos por el insomnio de las necesidades. (Publicado en Juventud Rebelde)

5 comentarios

Pepe Garrido -

Coincido con el autor de que seguramente habra muchos cubanos que en realidad quisieran volver a los tiempos del estado paternalista y controlador,y es que cada cual cuenta la historia de acuerdo a como la ve en particular.En los tiempos del socialismo real el salario percibido era poco,pero alcanzaba para satisfacer las nesecidades de la vida diaria,mientras que es estos tiempos de renovacion el salario nos permite apenas sobrevivir,y cada semana el desbalance salario/precios aumenta en desventaja del cubano de a pie.Como entonces no van a anorar los tiempos que realmente fueron mejor.Tienen la palabra los jubilados...

Carballido -

Mas facil sera encontrar manantiales de Coca Cola en el desierto,que cambiar la mentalidad autoritaria,centralizada y envejecida de nuestros dirigentes.Por eso es bueno prepararse para muchos,muchos anos de insomnio de necesidades.

Bertalina Arango -

Desconocimiento del estado de opinion...Seguridad de los habitantes lastimada ,,,Conceptos envejecidos...Estructuras agotadas,,,Insomnio de las necesidades....
De que estamos hablando?.Estamos en Sodoma o en Gomorra?.Si las cosas esta como nos las pinta este periodista entonces el mal esta muy avanzado,tanto, que casi seguro no tiene remedio.Solo el que tenga fe se salvara.

Modesto Reyes Canto -

Voy a tratar de resumir, amigo Luis, lo excelentemente escrito por usted:No hay que tratar de arreglar lo que no está roto, pero lo que sí lo está, hay que terminarlo de romper.Quien se oponga a los cambios necesarios, es aquel que nunca a dejado de tomar, muchas veces por conveniencias oportunístas, el famoso trago Shakira, que consiste en cualquier cosa que lo deje a uno ciego, sordo y mudo,como se titula la conocida melodía.
Saludos: Modesto Reyes Canto.

El Oriental -

Bue día maestro Sexto, acertado articulo, lo que pasa es que lo mas difícil en los cambios es cambiar el chip de la cabeza, siempre existirá resistencia a los cambios porque lo más fácil es continuar haciendo lo mismo de siempre y de paso a muchos les conviene continuar en los mismo y esto lo ayuda el secretismo y el silenciamiento, , algunas veces he dicho, muchas veces estamos comiendo hasta M.... y seguimos diciendo que todo esta bien, como se puede llamar eso, servilismo.