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PATRIA Y HUMANIDAD

BUSCO UNA GITANA

BUSCO UNA GITANA

 Por Luis Sexto

Discurriendo por esa franja de tanteo, duda, ilusión entre los 18 y 20 años,  un amigo amable, abierto como un padre, me recomendó irónicamente buscar una gitana para que averiguara el porvenir en las líneas de mi mano. Entonces la incertidumbre, la impaciencia y la desconfianza de mi autoestima juvenil en crisis, querían saber si las aspiraciones que paseaban por el camposanto de mi frustración, merecerían alguna vez el cuño del éxito.

Inútil consejo, le argüí. Nunca encontraré una gitana. Y fíjate qué ocurrencia. Cuando la tuve cerca, no me interesaron sus carismas adivinatorios, porque ocurrió siendo niño. En esa edad, el futuro era un sueño dormido, sin nombre, sin habitación. Sin frío ni calor. Después, ya no vi más gitanas, ni gitanos, en Cuba.

Pero en un tiempo vivieron su existencia errabunda en nuestra Isla. De pueblo en pueblo. Como lo cuenta la telenovela cubana que hace un tiempo aleló a los televidentes con sus intrigas triangulares, sus malos de cianuro y sus buenos en almíbar.

Mis recuerdos fijan la presencia de un campamento gitano quizás en 1950 o en algún año posterior. Levantaron las tiendas en el campo donde en mi pueblo jugábamos pelota. Y no noté ningún alboroto, ningún deslumbramiento de los vecinos ante lo insólito. Lo raro. Más bien el tránsito de los  nómadas, parecía ser una estampa recurrente, posiblemente en época de fiestas. Porque aquellas mujeres de faldas anchas, corridas más al sur de las rodillas, y con el pelo -negro al igual que los ojos- trenzado como soga, vendían su conocimiento del futuro como un artículo de feria. Se acomodaban señorialmente a la puerta de sus casas de lona y leyendo en tu mano o en una baraja ofrecían llevarte allí, donde la curiosidad, la duda o la esperanza punzaban por penetrar para oír, habitualmente, la descripción de un paisaje afortunado.

Los varones, en la explanada, te invitaban a ver sus artes de acróbatas, además de sus habilidades reparadoras de la cacharrería doméstica.

A dónde se marcharon los gitanos. A pesar de que a los 18 años empecé a recorrer a Cuba, nunca más los tope. Algún investigador ha  indagado sobre el polvo de los archivos o entre la gente, y descubrió que unos se integraron a la sociedad cubana y formaron familia después de 1959, y otros tal vez siguieron gitaneando tras una  punta de la estrella Polar, en el peregrinaje de los romíes, o los cíngaros, o los gypsis  -como también los nombran. El enigma ha acompañado a ese pueblo, aunque ahora sabemos con alguna certeza que proceden de la India y que su lengua, ágrafa, se deriva del sánscrito. Llegaron en el siglo XI a Europa cargando en sus carretas un pasado ciego y el apego a una libertad que para ellos solo tiene sentido en la provisionalidad del nómada y en la retraimiento comunitario de sus cultura y sus costumbres. La discriminación, forma de la intolerancia y la incomprensión, los ha enlutado, y la persecución hitleriana los diezmó, tanto o más, en términos comparativos, que a los judíos. Sin embargo, el cante jondo y el baile flamenco, de acuerdo con el poeta español Félix Grande, le agradecen una dosis de pasión, de ese vigor interno que exuda y quema.

Una vez quise imitar a los gitanos. Y leí la mano de una muchacha. No me introduje en el futuro. Columbré el pasado. Y acerté. Tanto que ella casi fallece de la impresión. ¿Soy muy lúcido, como me ha dicho una voz más lúcida que yo, o el pasado de una mujer puede ser también el de otras que he conocido?  Perdón. Saco mis pies de esas aguas. Y admito que todavía me interesa precisar mi futuro. ¿Llegaré a escribir bien? Si me leyera ahora, aquel amigo, cariñoso como un padre, y que fue obispo auxiliar de La Habana -Monseñor Fernando Azcárate y Freyre de Andrade- ante mi tozuda inseguridad volvería a recomendarme lo mismo que en mi juventud. Búscate una gitana y entrégale tu mano.

5 comentarios

Aracelio Carrillo Jimenez -

Este articulo traido a colacion sobre la existencia de gitanos en nuestro pais,nos trae recuerdos y nos permite elucubrar sobre la suerte de los mismos que como es sabido desaparecieron de nuestras tierras,como yo tambien peino canas,tuve tambien la suerte de ser testigo de la presencia de los mismos en nuestros campos,siempre con la advertencia de nuestros padres y abuelos de no ecercarnos a sus tiendas pues no eran personas de confianza y sobre todo no salir de noche pues los gitanos eran capaces de "robarse los ninos"Hasta aqui el recuerdo vago de unas personas extranas y poco queridas por nuestros antecesores,lo otro es elucubrar,cual hubiese sido el destino de los gitanos de haber tenido que permanecer en Cuba,de seguro estoy que su modo de vivir les hubiese hecho la vida cuadritos en nuestra sociedad hipervigilante y super planificada,se imaginan uds un camion de gitanos transportandolos a cortar cana en los anos setenta?,y como los hubiese vigilado el comite si cada quincena cambiaban de pueblo,como hubiesen podido
empadronarse en las OFICODAS,para adquirir sus productos normados,hubiese habido gitanos plan jaba y gitanos amas de casa?como se la habrian arreglado para conseguir suficiente tela para hacerse sus vestidos,ni en la efimera abundancia de los anos pre-desmerengamiento,hubiesen sido capaces de resolver tela para cortar,por ultimo de seguro les hubiesen prohibido alzar sus tiendas en la provincia de la Habana, al primer intento los hubiesen montado en un tren y los hubiesen devuelto a Manzanillo o a Holguin,nada que el oficio de gitano no hubiese sido rentable en la Cuba del presente,por eso emigraron y nunca volvieron,por eso cada vez mas los cubanos nos parecemos mas a los gitanos alzando nuestars tiendas en los mas diversos parajes

Jose Couto Ferrer -

Aunque sea triste para Luis Sexto vivir lejos de su familia, uno que lo conoce sabe que si permanece en Cuba es por propia voluntad. Ha visitado seis veces los Estados Unidos, desde que tenía 26 años y siempre ha vuelto, y todavía viaja, por razones profesionales o personales, y vuelve. ?POr qué será? El otro día me enseñó una oración, compuesta por él mismo, que empezaba así: "Gracias, Señor, porque amanezco sin preguntarme si soy el que soy, o me he vuelto otro; gracias porque mi lengua no pronuncia palabras mordidas por voces ajenas, sino las que me enseñó mamá. Gracias, Señor, que nunca he sido paria, extraño, hipotecado en tierra extraña y nunca prometida..." Ya ve usted cuánta diferencia hay entre Luis Sexto y ustedes.

Demetrio Lopez Cano -

De verdad que fue una suerte que el senor Luis Sexto no encontrara la gitana que su preceptor le recomendo ver,tal vez de haberla visto,si la gitana le leia la mano y de momento le zumbaba algo como esto:"Viviras toda tu vida en Cuba y tendras que mandarte el socialismo castrista de principio a fin,veras marcharte a toda tu familia y amigos en busca de un futuro mejor y tendras que pasarte toda la vida defendiendo algo en lo que ni tu mismo crees".tal vez el amigo Luis se nos habria suicidado al salir de la tienda de los gitanos,a veces es mejor no saber lo que nos depara el futuro

Jeferson -

Al menos salieron mejor que en Alemania. Hitler los mató. De cuba se fueron, cosa que no es extraña en ese pueblo errante.

Federico Espronceda -

LO mas probable es que los gitanos hayan emigrado de Cuba hacia otros paises ,muy probable de la misma america latina,si se han ido de Cuba cerca de dos millones de cubanos que podemos esperar de los gitanos ?